El Gobierno desoyó los llamamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la UE para hacer acopio de material sanitario durante los primeros días en los que comenzaba a expandirse el coronavirus. La organización alertó a España y a otros países europeros de que habría desabastecimiento.
Moncloa tomó nota de las recomendaciones y las introdujo en uno de sus informes sobre la epidemia pero el Ejecutivo no vio necesario hacer compras adicionales -preventivas- de material para "garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos", como aconsejaba el organismo multilateral en un informe fechado el pasado 3 de febrero, según publica 'El Mundo'.
La UE advirtió que se vigilara "el riesgo de desabastecimiento"
Sanidad tampoco consideró pertinente aprovechar la "ventana de oportunidad" de la que avisaba el 11 de febrero la OMS para comprar equipamiento necesario para proteger a los sanitarios como mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas, entre otros, que le permitiera afrontar un posible contagio masivo que se hizo realidad cuatro semanas después, a primeros de marzo.
El Gobierno de Pedro Sánchez tampoco siguió la conclusión a la que llegaron los 27 socios de la Unión Europea el 13 de febrero: "Vigilar el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados desde China".
Illa: "España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento"
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se desmarcó ese mismo día de quienes querían hacer acopio por si acaso: "España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento".
Además, el ministro añadía en el comunicado: "Y se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote". Sin embargo, no fue hasta después del anuncio del estado de alarma -14 de marzo-, cuando Sanidad comenzó a comprar mascarillas y guantes a gran escala en el mercado chino.
España es el país con más profesionales sanitarios contagiados -más de 13.000- y vive una crisis de abastecimiento, tanto por falta de material como por los problemas logísticos que empiezan a surgir con los proveedores de China.