La llegada a Canarias de cayucos con inmigrantes irregulares es un drama en doble dirección: de llegada y de salida. Resolver el problema en origen es una cuestión básicamente policial porque las soluciones de cooperación económica en el corto plazo se han revelado escasamente efectivas. El Gobierno ha colocado en África subsahariana con fondos europeos el mecanismo informático de control de fronteras que tiene el Cuerpo Nacional de Policía para generar mayor seguridad y, de esa forma, frenar a las redes ilegales de tráfico de personas. Actualmente, las autoridades policiales españolas colaboran con las de Senegal o Mauritania para frenar la escalada de salida de migrantes desde la costa africana a las islas Canarias procedentes de regiones como Tombuctú, Ségou y Kayes, en Mali.
Los agentes saben que el proceso de recopilar datos de informantes no es suficiente. Además de estar en tierra en zonas como Mauritania, donde se acogen poblaciones retornadas en áreas como Bassikounou Moughataa, de la wilaya de Hodh Ech Chargi, donde se sitúan los municipios de Bassikounou, Dhar, Megve y Vassala, hay que cruzar datos y eso es altamente complicado si se tiene en cuenta la dispersión de zonas como el sur de Mauritania, que también acoge a las poblaciones retornadas.
Detectar la actuación de traficantes y tratantes, y desmantelar sus mecanismos de operación, es clave en una región en la que el crimen organizado y las redes de tráfico de personas se han convertido en unos de los principales obstáculos para su desarrollo y una fuente de problemas en zonas como Canarias.
En un entorno geográfico caracterizado por la porosidad de las fronteras terrestres y los amplios frentes marítimos, policías españoles y franceses han trabajado con sus homólogos africanos en el proyecto europeo NET-COP, para luchar conjuntamente contra la trata y el tráfico de personas. En Mauritania se han desarrollado las obras de rehabilitación y acondicionamiento de los dos centros se enmarcan en el proyecto europeo para apoyar la lucha contra el tráfico de migrantes y la gestión de la migración irregular en Mauritania. El equipo de Policía Nacional movilizado para este proyecto de cooperación refuerza también la capacidad técnica de su contraparte mauritana en la gestión de la migración irregular y el tratamiento de los migrantes. La rehabilitación de dos centros con capacidad para atender a 118 personas (45 en Nuadibú y 73 en Nuakchot) es una de las acciones previstas en el proyecto de cuatro años (finalización prevista a final de año) financiado con 4,5 millones por el Fondo Fiduciario de Emergencia para África.
Para alcanzar los objetivos del proyecto se consideró que lo más efectivo sería el diseño de una herramienta de coordinación donde no sólo se almacenarán datos, sino que los datos introducidos por unos y otros países, pudieran también cruzarse y detectar coincidencias. De este modo, las partes involucradas tendrían conocimiento de qué unidades de investigación distintas podrían encontrarse estudiando a las mismas personas u organizaciones.
Esta herramienta de coordinación se ha basado en la aplicación del Grupo de Análisis y Tratamiento de la Información (GATI), diseñada por la Policía Nacional española, que lleva utilizándose durante casi 20 años con gran éxito. Este software ha sido base para crear la herramienta de coordinación NET-COP, que se ha adaptado a las necesidades y expectativas de los países africanos. Durante varios meses, especialistas de la Unidad de Planificación Estratégica y Coordinación de la Policía Nacional han colaborado con sus homólogos africanos para poner en marcha esta herramienta. Hasta el momento, y en esta primera fase del proyecto, ha sido instalada en Senegal, Gambia y Costa de Marfil.
Los destinatarios
Tras más de dos años de trabajo se ha establecido una red de contacto, trabajo y coordinación entre los Partenariados Operativos Conjuntos (POC) y los Equipos Conjuntos de Investigación (ECI) que cooperan con las Unidades Nacionales de Investigación Policial en origen en la lucha contra la trata y el tráfico irregular de migrantes. Uno de los grandes logros del proyecto ha sido unificar el modo de trabajo y conseguir así la coordinación de los siete países africanos implicados (Senegal, Mauritania, Gambia, Níger, Mali, Costa de Marfil y Guinea).
En esta lucha contra la trata y el tráfico irregular era necesario organizar y desarrollar el intercambio de datos operativos entre las Unidades Nacionales de Investigación de los diferentes países implicados, establecer métodos de trabajo comunes y una confianza operativa entre los actores de las diferentes unidades nacionales de investigación. Los llamados POCs y los ECIs son equipos formados por cuerpos de seguridad de España que trabajan sobre el terreno como mentores y colaboran con las unidades de investigación locales, aportando aspectos organizativos, estratégicos y operativos de la lucha contra la trata de seres humanos y el tráfico irregular de migrantes.
Colaboración con Francia
Las siete unidades de Investigación, con el apoyo de la Policía Nacional y francesa, han definido conjuntamente los parámetros que debía reunir la herramienta. Además, han elaborado un manual de procedimientos de coordinación para saber cómo actuar en caso de que se produzcan coincidencias o cruces de datos entre sus investigaciones, lo que permitirá decidir si investigar cada uno por separado, ceder los datos de un grupo a otro o trabajar conjuntamente. También se han llevado a cabo ejercicios prácticos operativos entre diferentes países, que han permitido mostrar cómo se trabaja en una investigación entre varias unidades, interaccionando entre ellas con los datos introducidos en la herramienta NET-COP y que resultaban ser coincidentes. Esto ha permitido que los especialistas de cada unidad hayan podido familiarizarse con la aplicación y conocerse directamente, lo que facilitará su coordinación a futuro para luchar contra las redes de crimen organizado dedicadas a la trata de seres humanos y el tráfico irregular de personas migrantes.