La lista de material adquirido por España con destino a Marruecos se amplía con la compra de 15 nuevos vehículos que se comprarán en futuras licitaciones con fondos procedentes de la Unión Europea. Las crisis bilaterales entre Madrid y Rabat no han frenado el traspaso del stock adquirido por Madrid para Rabat, que desde abril de 2019 alcanza los 499 vehículos. El objetivo de las adquisiciones se centra en dotar a las autoridades del país vecino de los recursos necesarios para cumplir con sus funciones de protección de las fronteras. La publicación de la información coincide con la visita a Argelia -con quien Marruecos mantiene una fuerte tensión diplomática- del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para abordar el problema del suministro del gas.
De acuerdo a los datos facilitados por el Gobierno en una respuesta remitida por escrito al grupo parlamentario Vox, está previsto que en futuras licitaciones se compren cinco camiones frigorífico y diez ambulancias todoterreno con destino a Marruecos. El órgano encargado de la adjudicación será la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), órgano público español encargado de gestionar proyectos de cooperación en todo el mundo.
La compra del material se llevará a cabo en base al Fondo Fiduciario de Emergencia de la Unión Europea para África, con un presupuesto total de 44 millones de euros. “La acción tiene como objetivo reforzar la capacidad de las instituciones marroquíes para proteger, vigilar y controlar las fronteras”, detalla el Ejecutivo en su respuesta escrita.
Según la información del Gobierno, incorporada el pasado 27 de septiembre en el Boletín Oficial de las Cortes, la adquisición de todos los elementos de seguridad se enmarca en el proyecto europeo bautizado con el nombre de ‘Apoyo a la gestión integrada de fronteras y la migración al Reino de Marruecos’. El plan tiene una duración estimada de 36 meses y las actividades arrancaron en abril de 2019.
Material para Marruecos
Durante ese periodo de tiempo se ha gestionado la adquisición de casi 500 vehículos, terrestres y navales, amén de otros elementos destinados a reforzar la seguridad en el perímetro fronterizo. Por el momento se han entregado 18 camiones cisterna (2.909.825 euros), 5 embarcaciones semirrígidas (1.442.500 euros), 100 vehículos 4x4 tipo pick up (4.917.900 euros), 65 cámaras térmicas con posicionador (7.978.750 euros), 25 visores de visión nocturna (107.500 euros), 100 vehículos 4x4 automáticos (3.820.000 euros), 18 camiones porta tropas (1.825.830 euros), 20 vehículos todoterreno 4x4 (1.100.000 euros), 130 vehículos con rejilla (4.875.000 euros) y diverso material de telecomunicaciones náuticas (55.179,20 euros).
Todavía están pendiente de adjudicarse sendas licitaciones para la compra de 90 motos tipo quad y 98 cámaras-visores térmicas refrigeradas portátiles de largo alcance que también se entregarán a Marruecos. Vozpópuli ya informó de estos procedimientos, con un valor próximo a los ocho millones de euros. Sumados a los quince nuevos vehículos que el Gobierno prevé comprar para el reino alauí, sumarían un total de 499 vehículos terrestres y navales en el marco de este programa.
Tiranteces diplomáticas
La entrega del material no se ha visto comprometida a pesar de las tiranteces en las relaciones diplomáticas entre Madrid y Rabat de los últimos meses. La entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y el trasfondo de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, con una parte del Gobierno -Unidas Podemos- defendiendo la celebración de un referéndum de autodeterminación, tensaron la cuerda hasta romperse definitivamente. La entrada de miles de personas a Ceuta por vías irregulares escenificaron los problemas bilaterales en su máxima expresión y condujeron al cese de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien ahora debe declarar como imputada por el caso Ghali.
El nuevo titular de la cartera, José Manuel Albares, centra sus esfuerzos en retomar las relaciones con Rabat. Hasta el momento no ha tenido ocasión de viajar a Marruecos, pero sí a Argelia, que mantiene graves fricciones con el reino alauí. La crisis del gas justifica el viaje del ministro de Exteriores a Argel. De forma paralela, Moncloa trata de reconducir los acuerdos comerciales y pesqueros que Bruselas mantiene con Marruecos, que permiten la actividad española en estos ámbitos. De no conseguirlo, supondría un duro varapalo para el sector.