Con las cifras de contagios y de fallecidos disparadas en esta segunda ola de la pandemia, las comunidades han endurecido las restricciones que afectan a la hostelería y al comercio que ya tenían en vigor y que dibujan un país con las medidas más duras desde el confinamiento de la pasada primavera.
Si primero fue el ocio nocturno, el sector señalado como uno de los principales focos de contagio, ahora las miradas se dirigen a los establecimientos hosteleros y comerciales, que ven cómo las principales medidas adoptadas para frenar el coronavirus hacen tambalear el futuro de sus negocios.
El abanico de restricciones que afectan a la hostelería en España contempla desde el cierre total de los establecimientos, con permiso para entregar a domicilio o recoger en los propios locales, a las limitaciones en aforos y en horarios de apertura.
La primera comunidad en decretar el cierre de bares y restaurantes fue Cataluña, que lo hizo el pasado 16 de octubre. Le siguieron Navarra, Asturias y Melilla, y, desde la noche de este viernes, Galicia, País Vasco y Castilla y León mantendrán cerrados bares, cafeterías y restaurantes.
A partir de las doce de esta noche, en Cantabria sólo podrán funcionar las terrazas de los establecimientos, al igual que en Aragón, donde el aforo de estos espacios está limitado al 25 %.
Limitaciones horarias tiene la hostelería en La Rioja, donde puede abrir hasta las 22 horas, excepto en Logroño y Arnedo, cuyos bares y restaurantes echaron el cierre el pasado 30 de octubre, día en que el Ejecutivo regional ordenó el confinamiento perimetral de estas dos localidades y de la comunidad.
Los gobiernos autonómicos de Castilla-La Mancha, Andalucía, Madrid, Baleares y Extremadura han adoptado medidas menos restrictivas, que afectan principalmente a los aforos de los locales.
Así, las terrazas de bares y restaurantes en Castilla-La Mancha pueden estar al 75 % y en el interior al 50%, mientras que Extremadura tiene aforo del 40 % dentro de los locales y al 50 % en terrazas.
Los establecimientos de hostelería y restauración en Madrid, limitados a la mitad de aforo en el interior, cierran a las 00.00 horas, coincidiendo con el comienzo del toque de queda en la capital. Además, los locales situados en las 35 zonas básicas de salud con restricciones de movilidad deberán tener reducida la capacidad de sus terrazas a la mitad.
Toque de queda
También el comienzo del toque de queda marca el horario de cierre de los bares y restaurantes en Ceuta -a las 22.00- y Baleares -a las 00.00 en Mallorca, Menorca y Formentera y a las 22.00 en Ibiza.
Tras el ocio, las miradas se dirigen al comercio, en línea con los pasos que han ido dando otros países europeos con el coronavirus desbocado: Francia, Inglaterra, Grecia y las regiones italianas de Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta y Calabria han ordenado ya el cierre de todo comercio no esencial.
Sin llegar al punto de la pasada primavera, Asturias es por el momento la comunidad con las restricciones más duras en España y desde el miércoles tiene cerradas la mayor parte de las tiendas. Se han salvado peluquerías, floristerías, ferreterías, talleres y mercadillos, además de las tiendas de alimentación, farmacias, estancos y quioscos.
Cataluña y Castilla y León, por su parte, han optado por bajar la persiana de los centros comerciales, espacios en los que se concentra mayor número de personas.
La afluencia a estos centros cayó un 20,4 % en octubre en comparación con el mismo mes del año pasado, según el índice mensual publicado esta semana por ShopperTrak, que confía en que las campañas que se avecinan, como la rebajas y el black friday, impulsen las visitas.
Pero habrá que ver cómo evoluciona la curva de la pandemia y si otras comunidades deciden tomar nuevas medidas.
Por el momento, la mayoría de los gobiernos se ha centrado en las restricciones de aforo en el comercio, sujeto en la mayoría de los casos a los horarios del toque de queda.
El País Vasco y Navarra han fijado el horario de cierre comercial a las 21.00 y Aragón, a las 20.00, salvo las tiendas consideradas esenciales.