Nuevo golpe del Gobierno de Pedro Sánchez al régimen venezolano de Nicolás Maduro. El Ejecutivo ha decidido cerrar la agregaduría de Defensa en la embajada española en Caracas y llevar los asuntos militares entre ambos países desde la legación en La Habana (Cuba), lo que implica reducir al mínimo los lazos castrenses entre ambos países, según han adelantado este viernes el diario Abc y la web especializa en asuntos de política exterior The Diplomat in Spain.
El cierre de la agregaduría militar en Caracas, que estaba dirigida hasta ahora por el coronel Alejandro Rubiella, se producirá el próximo 31 de diciembre. El Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles, aprobó el pasado 24 de septiembre una orden en la que se adelantó en medio año la estancia de este militar en Caracas.
Así, de la fecha prevista de su cese, que era el 31 de julio de 2021, se pasó al citado 31 de diciembre de este 2020, según aparece en el Boletín Oficial de Defensa (BOD) al que ha tenido acceso Vozpópuli en exclusiva. Esta orden del departamento de Robles significó el primer indicio de que el Ejecutivo planeaba la clausura de la agregaduría militar en Venezuela.
El cierre de la agregaduría militar se produce después de que el Ejecutivo español decidiera a comienzos de noviembre dar por finalizada la misión del embajador en Caracas, Jesús Silva, y rebajar su representación diplomática en Venezuela, al nombrar a Juan Fernández-Trigo como encargado de negocios y no como embajador.
A ello se añade que España no ha reconocido, al igual que el resto de países de la UE, el resultado de las últimas elecciones legislativas en Venezuela. Se da la circunstancia de que el cierre de la agregaduría militar en Caracas, que llevaba funcionando desde principios del siglo XX sin interrupción, se producirá unos días antes de que el 5 de enero concluya el actual mandato de la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
Varios generales venezolanos en Madrid
Rubiella es un experimentado militar que antes de ser destinado a Caracas fue jefe del contingente español de observadores en la misión de Naciones Unidas de Colombia. El régimen de Maduro, por su parte, cuenta en su embajada en Madrid, dirigida por Mario Isea, con una potente agregaduría militar, de la que forman parte varios generales.
La decisión española ha causado sorpresa en ámbitos militares de Venezuela, donde las Fuerzas Armadas tiene una gran influencia en la política y en la economía del país, y es uno de los principales soportes del régimen bolivariano.
El think tank venezolano Control Ciudadanos, especializado en asuntos de Seguridad y Defensa, advirtió en su web que España deja de tener, con esta medida, una interlocución directa con el estamento militar, ya que al trasladar la agregaduría a La Habana pierde la capacidad de relación e información que da el estar en el propio país sobre el que se trabaja.