La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre aseguró en su declaración como testigo en el caso Gürtel que no conocía al cabecilla de la trama, Francisco Correa. "No le he visto en mi vida, salvo en fotografía, después del auto de febrero de 2009. En las grabaciones que se entregaron al juez Garzón el señor Correa me ponía a mi a escurrir", señala. Según se desprende de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, el exconsejero de Deportes Alberto López Viejo, a quien se atribuye la contratación de cientos de actos con empresas de la Gürtel a cambio del cobro de comisiones, "no era en absoluto hombre de su total confianza". Es más, la expresidenta madrileña hizo leña del árbol caído de Nacho González, asegurando, 24 horas antes de saberse la imputación de su mujer por el ático de Marbella, que él era el superior jerárquico y responsable de Alberto López Viejo.
Aguirre negó que le prohibiera contratar actos con estas empresas, entre ellas Easy Concept. Además puso de manifiesto que ella no se ocupaba "de la organización de actos ni en el Gobierno ni en el Partido". "Mi gabinete jamás tuvo ningún contacto con las empresas de Correa", indicó. "No me ocupaba de quién ponía la iluminación, el sonido para que pudiera enchufar las radios y televisiones, las sillas, las traseras, los atriles etc. No creo que ningún presidente de empresa, alcalde, ministro o presidente autonómico sepa quién es el encargado de poner la megafonía en sus actos", dijo.