Génova planea la creación de una gestora en el PP de Madrid para desplazar a Esperanza Aguirre de la presidencia, según han confirmado en las últimas horas al menos dos altas fuentes de la formación. La victoria electoral de la 'lideresa' no será suficiente para gobernar la alcaldía madrileña que, con toda seguridad, pasará a estar controlada por Manuela Carmena, cabeza del conglomerado en el que se camufla Podemos.
Vientos de cambio en el partido. Y quizás también en el Gobierno. Rajoy los confirmó este martes de nuevo al ser consultado sobre si estas medidas de renovación anunciadas se tomarían antes del verano, tal y como publicaba el diario La Razón. Hay expectación tanto en Génova como en los ministerios a la espera de cómo se fraguan las novedades y hasta qué punto abarcan todo cuanto de ellas se espera. Algunos, sin embargo, recelan un nuevo parto de los montes. Una frustración más después de unas expectativas algo descontroladas.
Aguirre seguirá ejerciendo de presidenta del PP de Madrid, pues había anunciado que lo dejaría si llegaba a ser alcaldesa. No ha sido así
No está en su mejor momento Aguirre, pese a que se quedó a tan sólo 7.000 votos de la posibilidad de alcanzar la alcaldía mediante pactos. A partir del 13 de junio, cuando se constituyan las instituciones locales, le tocará ejercer de jefa de filas de la oposición municipal, tal y como se ha comprometido en declaraciones públicas. También seguirá ejerciendo de presidenta del PP de Madrid, pues había anunciado que lo dejaría si llegaba a ser alcaldesa. No ha sido así.
Sus intentos postelectorales de alcanzar acuerdos con el PSOE y Ciudadanos para apartar a Carmena de la alcaldía, imaginativos y valientes, tampoco prosperaron. Se organizó un relativo escándalo y la propuesta de apoyar la candidatura del socialista Antonio Carmona como alcalde quedó en agua de borrajas. Por de pronto, Aguirre anunció hace unos días que planea convocar para antes del verano un congreso extraordinario con el objetivo de 'refundar' el PP regional. Tal iniciativa, sin embargo, fue rauda y expresamente vetada por la dirección nacional. Bauzá, el líder del PP balear, también pretendía adelantar el congreso para presentar su renuncia. Estos cónclaves regionales están previstos para el año próximo, después del nacional. Cospedal quiere tener bajo control a los dirigentes autonómicos para que no se produzcan nuevos anuncios de dimisiones o fugas por la espalda.
Viejos enfrentamientos
La dirección del PP está enfrentada con Aguirre desde hace tiempo. Las últimas chispas saltaron con motivo de la elaboración de las listas, cuando Cospedal pretendió que renunciara a la jefatura regional a cambio de la candidatura a la alcaldía. Se montó una batalla feroz que tuvo que atajar el propio Rajoy, en viaje oficial lejos de España. Las dos altas damas del PP atraviesan ahora momentos bajos. Ambas vencieron en sus respectivos territorios pero ninguna logrará gobernar. Guerreras y decididas, tampoco se muestran dispuestas a tirar la toalla.
Quien lo tiene más difícil es Aguirre que, en contra de lo que ocurre con la secretaria general, no goza del cariño de Rajoy. Las fuertes tormentas que sacuden al PP desde las elecciones soplan con particular inclemencia en Madrid. El Ayuntamiento de la capital era uno de los fortines simbólicos del partido. El revés ha sido demasiado duro. "Aguirre no podrá remontarlo, aunque con ella nunca se sabe", afirma un veterano dirigente de la formación, estrechamente vinculado al presidente.
La idea del PP es colocar al frente de la gestora a Cifuentes, siempre y cuando la aspirante a presidir la Comunidad de Madrid logre su objetivo
La idea que circula ahora por el cuartel general del partido es montarle a Aguirre esa gestora y colocar a Cristina Cifuentes al frente de la organización madrileña. Siempre y cuando la aspirante a presidir la comunidad madrileña alcance su objetivo. Un propósito que vive momentos delicados tras conocerse un nuevo capítulo del caso 'Púnica'. Cifuentes dejó este martes bien claro que cesar o pedir la dimisión de los dos consejeros imputados es una decisión que "le corresponde al presidente Ignacio González o en su caso a la presidenta del partido, Esperanza Aguirre, que no soy yo". Marcar distancias con la anterior presidenta madrileña es ahora un ejercicio muy habitual en el PP.
Figura en alza
La candidata a la Comunidad es ahora una de las pocas figuras en alza en el partido. Si logra su propósito de gobernar Madrid, se convertirá en firme aspirante no sólo a suceder a Aguirre, algo que ya dan por hecho, sino incluso a la propia Cospedal en un futuro. Cifuentes goza del aprecio de buena parte de los dirigentes regionales, no ha hecho demasiados enemigos y no mantiene vínculo alguno con los casos de corrupción. Por eso, le incomoda el caso del diputado Ballarín, incluido en sus listas. Un problema inesperado.
Rajoy conversó de este punto y de otros posibles pactos en su almuerzo con Albert Rivera. El PP depende de Ciudadanos para mantener el control de algunas de sus plazas más tradicionales como Murcia, La Rioja y, por supuesto, Madrid. Según versiones fiables, el presidente del Gobierno se mostró complacido con el resultado del encuentro y con la actitud de Rivera, a quien no conocía más que de algún saludo circunstancial.