Esperanza Aguirre ha presentado su paso por la política de casi tres décadas como algo acaecido por casualidad, y ha asegurado que ahora "tengo un cáncer y 60 años, y hay que pensar en una vida más apacible" para justificar su marcha al 'headhunter' barcelonés Seelinger y Conde. Aguirre ha insistido que "hay que demostrar que la política es un servicio público temporal. La mayoría de la gente que va a la política cuando acaba se vuelve a su trabajo anterior". La expresidenta también ha manifestado que es "incapaz de mentir". Sin embargo, Aguirre se ha calificado a sí misma como "política, que seguiré siendo toda la vida".
La condesa consorte de Murillo y Grande de España ha definido así su nueva vida: "Yo no tengo un contrato laboral, ni tengo horario, no soy consejera ni responsable, soy presidenta del consejo asesor, iré a sus reuniones y si me invitan a la del consejo de administración". Ha dicho que también podrá ser "asesora de más empresas, lo que no podría es asesorar a más empresas de recursos humanos".
Ningún político sin oficio anterior
Aguirre ha asegurado, medio en broma medio en serio, que "en el Partido Popular me deberían querer, pero no me quieren". Y ha hecho un anuncio: propondrá en el Partido Popular de Madrid que sólo puedan ocupar cargos en el partido personas que "tengan una profesión. Que no pueda ir a un cargo público alguien que no ha cotizado a la Seguridad Social, no haya sido autónomo, o no haya hecho otra cosa distinta en su vida. Ahora mismo hay muchos en esa circunstancia y yo no voy a quitar a nadie de donde están, ya vería usted como cambiaría mucho el panorama". Ha aprovechado, por otra parte, para criticar que "en el equipo de Rubalcaba no hay ni uno que haya hecho otra cosa además de la política".
Una de las personas que más ha defendido últimamente Esperanza Aguirre es Ángel Carromero, político que abandonó los estudios para optar a un cargo público bien remunerado en el Ayuntamiento de Madrid, y al cual no se le conoce ningún tipo de desempeño profesional fuera de la política.
Botella y el Madrid Arena
Preguntada por si sustituiría a Ana Botella en la alcaldía de Madrid, ha asegurado que "está en otra época ya", y ha dicho que "hasta la tragedia del Madrid Arena, nadie dudaba que Ana lo estaba haciendo maravillosamente bien". Ha reconocido que la política está desprestigiada, y que "para prestigiarla todos los políticos corruptos fuera", aunque ha pedido que no se culpe a los imputados por el mero hecho de serlo. Con respecto a su relación y a las supuestas polémicas en el PP de Madrid, ha negado problemas y ha dicho que "Botella y González se llevan muy bien".
"No hay mala gestión de Telemadrid"
Aguirre ha negado la mayor y que haya habido una mala gestión de Telemadrid, como han denunciado recurrentemente los sindicatos. "Pues no, lo que ha pasado es que se ha pasado de 75 millones de ingresos por publicidad a 16, cuando los ingresos caen no hay más remedio que recortar". La expresidenta madrileña ha repetido los argumentos del actual presidente de la Comunidad, Ignacio González, al asegurar que "Antena 3 y Telecinco tienen 700 trabajadores y no puede ser que Telemadrid tenga 1.200".
Defiende a Nacho González y a Camps
Preguntada por el caso del apartamento en Marbella de Ignacio González, del cual no está muy claro como se produce su pago ya que tiene un alquiler de 2.000 euros cuando el sueldo del presidente madrileño es de 4.800 euros, la presidenta del Partido Popular ha dicho que "se investigue todo porque los políticos deben ser intachables y además parecerlo". Con respecto al expresidente valenciano Francisco Camps, ha asegurado que "el pobre Paco Camps, por unos trajes que no supo explicar si los había pagado, mire donde está". La condesa de Murillo no ha pasado por alto la oportunidad de atacar a la prensa catalana (La Vanguardia y El Periódico) en relación a los temas de corrupción de CiU: "Mire las portadas, y verá como no dicen nada de eso".