Libertad condicional sí, pero con importantes limitaciones. Instituciones Penitenciarias, que este viernes ha concedido el tercer grado al etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga como paso previo necesario para que acceda a la libertad condicional por motivos de salud, enviará el próximo lunes a la Audiencia Nacional el expediente del terrorista con la petición expresa al juez de que, si accede finalmente a concederle la excarcelación, limite de manera importante sus movimientos. En concreto, el máximo responsable de Prisiones, Ángel Yuste, pide que se le aplique tres "reglas de conducta": alejamiento de las víctimas de sus delitos o de los familiares directos de éstas, prohibición de participar de forma activa o pasiva en manifestaciones públicas de enaltecimiento de ETA y de hacer declaraciones en este sentido, y obligación de pedir autorización previa a Interior cada vez que quiera salir de la localidad donde fije su residencia. La aplicación de dichas medidas queda, sin embargo, a criterio del juez, quien deberá concluir el expediente y tomar una decisión en los próximos días tras escuchar el informe de los forenses de la Audiencia y la opinión del fiscal sobre la salida de prisión del secuestrador de Ortega Lara.
Interior reconoce que la enfermedad del etarra es "muy grave, irreversible e incurable" y que el riesgo de que vuelva a delinquir es nulo
La petición se hace después de que los siete miembros de la Junta de Tratamiento de la prisión de Zaballa (Álava), de la que depende el recluso, aprobaran por unanimidad la propuesta de semilibertad para éste por razones humanitarias tras estudiar el informe del Hospital de Donosti, San Sebastián, en el que se le detallaba que "el interno padece una enfermedad muy grave, irreversible e incurable" ya que tiene un 90% de posibilidades de morir antes de un año. "Esta Secretaria General entiende que, a pesar de la entidad de los delitos cometidos por el penado (además del secuestro de Ortega Lara, fue condenado por el de Julio Iglesias Zamora y el asesinato de tres guardias civiles), resulta indudable que tanto la gravedad de la enfermedad, su previsible evolución, así como las características del tratamiento mitigan extraordinariamente la peligrosidad del recluso y anulan prácticamente el riesgo de reincidencia", señala la nota de prensa hecha pública este viernes por la tarde por Prisiones.
No obstante, la misma nota detallaba que Interior ha instado a la Junta de Tratamiento a que incorpore al expediente de libertad condicional que debe enviar el próximo lunes al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria la recomendaciones de conducta que, según algunas fuentes penitenciarias, no son habituales en los casos en los que se solicita la libertad condicional por motivos de salud. Hasta ahora, este tipo de medidas restrictivas eran más habituales para aquellos presos que accedían a la 'prisión atenuada', un régimen de semilibertad en el que el condenado termina de cumplir su pena en su domicilio bajo el control de una pulsera telemática. Este es el caso, por ejemplo, de once terroristas de ETA a los que en los últimos años el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero excarceló también por motivos de salud y a los que el sistema electrónico controla que a determinadas horas de la noche se encuentran en su domicilio. De hecho, en estos casos es la propia Administración penitenciaria la que decidé "las reglas de conducta".
Con Uribetxebarria, sin embargo, ese papel corresponde a un juez, ya que en su caso no se trata de una modalidad de cumplimiento de pena sino el acortamiento legal de la misma. Por ello, el último acto 'ejecutivo' del Gobierno con Uribetxebarria ha sido la concesión del tercer grado, que ha querido acompañar con las tres prohibiciones en un 'gesto' hacia los colectivos de víctimas, que ayer criticaron duramente la decisión de Interior. De heho, la pelota está ahora en el tejado de la Audiencia Nacional y, en teoría, en la del titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro. Sin embargo, al encontrarse éste de vacaciones, es sustituido por turnos por otros magistrados del tribunal. Esta semana le ha correspondido a Santiago Pedraz, que ayer dictaba una providencia para que el etarra fuese examinado por un médico forense y, a petición del fiscal, valorase si puede ser tratado de su dolencia en un centro penitenciaria. Sin embargo, el hecho de que hasta el lunes Interior no vaya a enviar el expediente de la libertad condicional al juzgado, hará que el juez que tome finalmente la decisión sobre la excarcelación del etarra sea otro, en este caso Ismael Moreno, que es quien asumirá las funciones de Castro durante la semana que viene.
Manifestación prohibida
La decisión de Prisiones de conceder el tercer grado a Uribetxebarria se produce el mismo día que la Audiencia Nacional prohibía la celebración de una manifestación hoy en Bilbao de apoyo al preso etarra y para exigir su inmediata puesta en libertad. El juez Santiago Pedraz destaca en el auto en el que impide su celebración que Herrira, la organización de apoyo a los reclusos de la organización que la convocaba, pretende con ella "un fin ilícito, cual es el de ensalzar al que ha sido condenado como colaborador o integrante de la organización terrorista ETA, alabando, amparando o justificando las actividades delictivas por él cometidas y por las que fue condenado, ensalzando además la lucha armada". En su resolución, el magistrado reclama a la Consejería de Interior del Gobierno Vasco y a la Ertzaintza que adopten las medidas necesarias para evitar la comisión de actos que "entrañen enaltecimiento a personas u organizaciones terroristas, justificación de las mismas y humillación, descrédito o menosprecio a sus víctimas".
No obstante, la izquierda abertzale va a continuar con sus movilizaciones y, en concreto, ya ha convocado para hoy una concentración al mediodía en Bilbao dentro de la campaña que desde hace días mantiene para presentar la excarcelación del etarra como un éxito propio. De hecho, la propuesta de Prisiones de que Uribetxebarria no pueda "participar de forma activa o pasiva en manifestaciones públicas de enaltecimiento de ETA y de hacer declaraciones en este sentido" pretende, precisamente, impedir que tras su inminente salida de la cárcel se convierte en un nuevo icono. Ello, sin embargo, no frenará las movilizaciones de la izquierda abertzale que ya ha anunciado que exigirá la excarcelación de otros 13 miembros de la banda armada que, asegura, también están gravemente enfermos.