La convocatoria de elecciones en Andalucía por parte de Juanma Moreno ha permitido a Alberto Núñez Feijóo volver a marcar distancias con la etapa de Pablo Casado. El expresidente del PP aprovechó el adelanto electoral en Castilla y León para congelar el calendario orgánico del partido e impedir que se convocaran más congresos regionales, incluido el de Madrid. El nuevo líder, sin embargo ha rechazado ese bloqueo.
El giro es relevante y ha dejado tranquilas a varias direcciones autonómicas, que una vez confirmada la convocatoria electoral en Andalucía recordaron lo sucedido el pasado mes de diciembre, cuando Alfonso Fernández Mañueco disolvió las Cortes de Castilla y León.
La reacción de Casado a esa decisión, que el propio Mañueco le confirmó al filo de la medianoche del domingo previo al anuncio para evitar filtraciones, fue anunciar que quedaban suspendidas nuevas convocatorias de congresos regionales hasta la celebración de esas elecciones, argumentando que todo el partido tenía que movilizarse para ganar en Castilla y León.
De hecho, después del anuncio electoral de Mañueco, solo pudieron celebrarse en enero dos congresos autonómicos, que habían sido convocados con anterioridad: el de la reelección del propio Mañueco al frene del PP en Castilla y León, y el de la proclamación de Manolo Domínguez como nuevo presidente del PP de Canarias.
La posición de Feijóo
Ahora, tras la convocatoria de elecciones en Andalucía, la reacción de Alberto Núñez Feijóo ha sido totalmente diferente. El nuevo presidente nacional del PP mantiene intacto su compromiso de celebrar los congresos regionales pendientes cuanto antes, y no bloqueará ninguna nueva convocatoria antes de los comicios del 19 de junio.
Así lo confirman a Vozpópuli desde el entorno más cercano al dirigente gallego, que mantiene el plan acordado con las ejecutivas autonómicas del partido. Desde Génova señalan que, de momento, "no hay nuevas fechas" fijadas para los congresos pendientes, y que se decidirán en función del "criterio de oportunidad en cada caso".
Esta posición es compartida por la secretaria general del PP Cuca Gamarra, según confirman a este diario estrechos colaboradores de la número dos del partido. Estas fuentes destacan, además, que no existe "ningún impedimento estatutario" para convocar nuevos congresos pese a la existencia de una cita electoral.
La única condición, eso sí, es que ningún congreso coincida con las elecciones en Andalucía. Por tanto, y teniendo en cuenta que estos procesos deben ser aprobados por junta directiva regional con 45 días de antelación, en las próximas dos semanas no se espera ningún anuncio para evitar esa coincidencia el 19-J. Pero, a partir de la tercera semana de mayo, puede haber novedades.
Objetivo: congresos de unidad
Los congresos que ya tienen fecha, y que se celebrarán antes de las elecciones en Andalucía, son los de Galicia y Madrid, que tendrán lugar el mismo fin de semana: el madrileño el viernes 20 y el sábado 21 de mayo; y el gallego el sábado 21 y el domingo 22.
Ambos cónclaves servirán para proclamar a Isabel Díaz Ayuso y a Alfonso Rueda como los nuevos presidentes del PP en ambas regiones, en dos procesos en los que no se espera ni candidaturas alternativas ni ningún tipo de división. No obstante, el partido tiene que afrontar, todavía, congresos que sí pueden generar tensiones.
Así, después de los de Madrid y Galicia, el partido tendrá que poner fecha a los congresos de Extremadura, La Rioja, Murcia, Asturias, Cantabria, Navarra, Cataluña y País Vasco. Y, en varias de estas regiones, se habla ya de varias candidaturas y de un intenso debate orgánico para elegir nuevo líder.
El objetivo de Alberto Núñez Feijóo, explican dirigentes del PP, es lograr congresos de unidad, a través de una candidatura única donde sea posible. Las mismas fuentes añaden, no obstante, que si no existe esa opción, Génova tampoco dilatará el proceso. Sobre todo, en aquellas comunidades donde se celebrarán elecciones en poco más de un año: el último domingo de mayo de 2023.