"Divide y vencerás". Esa consigna es la que quiere aplicar Pedro Sánchez mañana jueves, cuando recibirá en Moncloa a Alfonso Fernández Mañueco, Juanma Moreno y Alfonso Rueda. El jefe del Ejecutivo sabe que cada presidente autonómico del PP defiende unos criterios de reparto distintos para el próximo modelo de financiación autonómica y quiere aprovecharse de esa tesitura. Alberto Núñez Feijóo ha visto venir esa maniobra, pero no impondrá un mensaje común a sus barones: "Que cada uno defienda lo mejor para su comunidad".
Ese es, de hecho, el único mensaje que sale de Génova de cara a las tres reuniones que tendrán lugar en Moncloa. Feijóo es consciente de que existen diferencias entre sus propios presidentes autonómicos, pero no quiere que un asunto "que no va a aprobarse en esta legislatura" sea utilizado por Sánchez como arma arrojadiza contra el PP: "No vamos a caer en esa trampa".
Así lo aseguran a Vozpópuli estrechos colaboradores de Alberto Núñez Feijóo, que dan por imposible un nuevo modelo de financiación autonómica antes de las próximas generales: "El Gobierno depende de los independentistas y los independentistas no quieren igualdad en el reparto para no perder sus privilegios. Por eso, Sánchez solo sacará el tema para buscar la división, pero no para aprobar nada".
La posición de Feijóo
De esta forma, ni Feijóo, ni los tres presidentes autonómicos del PP citados por Sánchez entrarán "en el juego" planteado por el jefe del Ejecutivo. No obstante, tal y como reconocen cargos populares, las posiciones de cada uno de ellos son diferentes.
Así, Juanma Moreno, al igual que Isabel Díaz Ayuso, defiende que, en el nuevo reparto de dinero a las comunidades autónomas priorice el criterio de densidad de población, algo que beneficiaría a Andalucía, Madrid, y la Comunidad Valenciana. Alfonso Fernández Mañueco y Alfonso Rueda, sin embargo, no apuestan por ese modelo, ya que castigaría tanto a Castilla y León como a Galicia.
Cabe recordar, en este sentido, que el propio Alberto Núñez Feijóo, como presidente de la Xunta, impulsó un foro de presidentes autonómicos en Santiago de Compostela con la presencia de los socialistas Emiliano García-Page, Javier Lambán, Guillermo Fernández Vara, Adrián Barbón y Concha Andreu, y Miguel Ángel Revilla del PRC para firmar un manifiesto en defensa de la "España despoblada" y pedir que se tuviera en cuenta la dispersión de la población en las comunidades autónomas de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Asturias, La Rioja y Cantabria.
Esa cumbre se produjo con Pablo Casado al frente del PP y, con la crisis entre Génova y Sol gestándose. El expresidente del Partido Popular, de hecho, también quiso mantenerse al margen de este debate entre sus diferentes barones, evitando un discurso unitario. Lo único que sí pidió, un mes antes del foro, es que no se hablara de financiación autonómica en la convención nacional que celebró en Valencia para inaugurar el curso político.
Reparto en función de los gastos
Casi nueve meses después de esa reunión, Feijóo quiere evitar tensiones dentro del PP por la financiación autonómica y dará total libertad a sus barones para defender sus propios intereses ante Pedro Sánchez. De esa forma, afirman las fuentes consultadas, "insistimos en la idea de que este PP es mucho más autonomista y sensible con las necesidades de cada región".
Desde Génova apuntan, en todo caso, a una reivindicación en la que coinciden todos los presidentes autonómicos del PP: "Tiene que repartirse más dinero, y en función de los gastos que sufren las comunidades para ofrecer un mismo servicio".
De esta forma, afirman las fuentes consultadas, el reparto no dependería ya tanto de la densidad de población, sino del coste para el gobierno regional de dar un servicio concreto: "Es verdad que en Madrid, por ejemplo, hay que atender en la sanidad a mucha más gente, pero en Galicia hay que hacer unos desplazamientos de los pacientes desde los concellos que en la Comunidad no se dan. Hay que jugar con ese equilibrio".
Por otra parte, los presidentes autonómicos del PP coincidirán en reclamar a Sánchez que permita la convocatoria de nuevas plazas para la Sanidad y un "pacto real" para el reparto de los fondos europeos. Un asunto, este último, que "tendrá un peso importante" en las reuniones del jueves.
