El malestar de algunos dirigentes históricos del PSOE con Pedro Sánchez ha llegado a un punto de no retorno. Alfonso Guerra, José Luis Corcuera, Paco Vázquez o Juan Carlos Rodríguez Ibarra encabezan el intento de la vieja guardia socialista de crear una plataforma cívica que dispute a Sánchez el monopolio de la socialdemocracia y reivindique "la Constitución y los valores de la Transición".
Pero en ese movimiento, dicen varias fuentes consultadas por Vozpópuli, la pieza clave es Felipe González. El grupo de exdirigentes socialistas está habitualmente en contacto con González. Y lo ha estado también durante estos días de desgarro por el acuerdo con Bildu, que el PSOE ha pasado de dar por hecho a poner en cuarentena en apenas 24 horas
"Solo González tiene la capacidad de mover ese avispero y sacar a la luz a más dirigentes y exdirigentes del PSOE que están indignados con la deriva de Sánchez y sus pactos con Podemos, Bildu o los separatistas", dicen fuentes socialistas a este diario.
No es la primera vez que Guerra, Corcuera y otros arremeten contra Sánchez en público. Pero el grupo está dispuesto a pasar de las palabras a los hechos tras el pacto con EH Bildu. La idea sobre la que trabajan es crear una plataforma o movimiento cívico, y no tanto un nuevo partido. El modelo en el que se inspiran es el de Sociedad Civil Catalana (SCC), la organización, en horas bajas, que reúne a los partidos constitucionalistas en Cataluña.
Históricos del PSOE se inspiran en Sociedad Civil Catalana para crear una plataforma cívica que dispute a Sánchez el monopolio de la socialdemocracia
"Hay muchos antiguos socialistas, incluso algunos que dejaron de serlo porque no estaban de acuerdo con este secretario general, que es imposible que estén de acuerdo con la deriva que ha tomado el partido", dicen desde el entorno próximo a líderes como Guerra y Corcuera. "Nunca tendremos más motivos en España para hacer algo que defienda los valores de nuestra Constitución".
Felipe González, imprescindible
El malestar en el seno del PSOE con Sánchez no es patrimonio exclusivo de la llamada vieja guardia. Hay exdirigentes y dirigentes contemporáneos que acusan a Sánchez de destruir el partido que contribuyeron a construir desde la Transición. No todos han dado la cara y tampoco les gusta que cualquier paso en ese sentido se utilice por sus rivales políticos. Ese magma crítico está disperso y, según estas fuentes, solo Felipe González es capaz de unirlo en una iniciativa con fuerza, sentido y más nombres y generaciones que las que actualmente representan los Guerra, Corcuera y compañía.
González ha sido bastante activo contra el Gobierno de coalición, y especialmente contra Pablo Iglesias, tanto en público como en privado. Pero nunca ha dado un paso como el de apoyar e implicarse en una plataforma o movimiento de izquierda socialdemócrata que cuestione la línea política que marca Sánchez y la actual dirección del PSOE.
"Felipe tenía antes a (Alfredo Pérez) Rubalcaba y realmente ahora no tiene gran cosa dentro del partido", explican estas fuentes, que mantienen su escepticismo sobre el paso del expresidente. "La sola presencia de González en cualquier iniciativa puede mover a otros dirigentes destacados del PSOE como Carlos Solchaga, Claudio Aranzadi, Javier Solana o Tomás de la Quadra-Salcedo; y eso ya le daría otro cariz al proyecto. El grupo de Guerra o Vázquez está ya muy amortizado".
Silencio en el PSOE
Sánchez apenas ha encontrado oposición interna desde su incontestable victoria en las primarias de 2017. Dentro del PSOE, solo barones como Emiliano García-Page y Javier Lambán han afeado al presidente con cierta regularidad sus pactos con Podemos y el separatismo catalán y, por supuesto, Bildu. El presidente del Gobierno les ha acusado de "deslealtad".
En los últimos días, Antonio Miguel Carmona ha recuperado cierto eco como promotor de una iniciativa de éxito en contra de la enmienda pactada por PSOE, Podemos y ERC que fulmina el castellano como lengua vehicular en la educación. Carmona desconoce plan alguno sobre esta plataforma y tampoco detecta movimientos orgánicos en contra de la actual línea de Sánchez, según explican desde su entorno a este diario.
Otra figura abiertamente crítica con Sánchez ha sido el exministro Jordi Sevilla. No es la primera vez que Sevilla publica algún comentario en contra de la estrategia del Ejecutivo. Pero Sevilla sostiene que "no está en operaciones de ningún tipo" y que todo lo que tiene que decir está en sus tuits.
La sola presencia de González puede mover a otros dirigentes destacados del PSOE como Carlos Solchaga, Claudio Aranzadi, Javier Solana o Tomás de la Quadra-Salcedo"
El fracaso de Valls
Fuera del PSOE, existen otros movimientos dispersos en defensa de una socialdemocracia alejada de lo que representa Sánchez. La gran decepción ha sido Manuel Valls, depositario de las esperanzas de casi todos ellos por recuperar una izquierda jacobina en España en torno a su figura. Valls, sin embargo, está completamente alejado de la vida política catalana y española. Y su regreso a Francia se da por hecho.
Guerra mencionó en su tensa entrevista del lunes en TVE a Impulso Ciudadano, una organización constitucionalista catalana creada por el exdiputado de Ciudadanos y exdirigente de Sociedad Civil Pepe Domingo. El propio Domingo y Guerra intercambiaron unas palabras de agradecimiento por la mención del dirigente socialista en televisión. Pero no han tenido más conversaciones al respecto.
"Existe un votante socialista que ya no se siente representado por este PSOE, así que no dudo de que esta plataforma, de plantearse, tendría éxito", señala Domingo.
Nunca tendremos más motivos en España para hacer algo que defienda los valores de nuestra Constitución"
'La España que reúne'
El otro gran proyecto sobre el que podrían apoyarse los históricos del PSOE es La España que Reúne, que abanderan el fundador de Ciudadanos Francesc de Carreras y el socialista Nicolás Redondo Terreros. Socialistas como Vázquez, Corcuera y el expresidente de la Junta de Andalucía José (Pepote) Rodríguez de la Borbolla han participado en actos del grupo.
Pero Redondo Terreros sostiene en conversación con Vozpópuli que La España que Reúne es un proyecto transversal y alejado de la lucha partidista, más allá de su posición en contra de los pactos "impúdicos" con Bildu o ERC.
"En La España que Reúne intentamos superar las siglas", señala Redondo Terreros. "Lo que buscamos es que el PSOE, el PP y Ciudadanos desarrollen sus políticas desde el centro. Y esa es la aportación que modestamente pretendemos hacer a la política española".