Gabriel Rufián, portavoz de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) en el Congreso, se ha erigido como el máximo garante de que el pacto de investidura sea el referente en la actividad parlamentaria del día a día y mantiene con el líder abertzale Arnaldo Otegi una comunicación fluida para "coordinar estrategias" en las Cortes, tal y como mantienen fuentes de ERC. "La coordinación entre ERC y EH Bildu en el Congreso es total. En los días importantes es habitual ver a diputados de ambos partidos juntos desde primera hora de la mañana. Rufián marca el rumbo y Bildu le sigue", explican fuentes parlamentarias a Vozpópuli.
Esta entente se observó también en la comisión de la reforma educativa de Isabel Celaá, donde se acordó eliminar el castellano como lengua vehicular de las escuelas en las regiones con idiomas cooficiales. Días antes de la votación, Rufián vendió el acuerdo como un éxito que blindaba la "inmersión lingüística" en Cataluña. Y, posteriormente, la izquierda abertzale dio también su voto a favor pese a la abstención del PNV, que consideraba que la propuesta de ERC era menos ambiciosa que la suya.
Esta adhesión de los de Bildu sorprendió dentro de las filas de JxCat y PDECat, que desde el primer momento criticaron que la reforma de Celaá en ningún caso blindaba el modelo educativo catalán. "ERC decide y Bildu va asumiendo sus tesis", explica otra fuente del espacio posconvergente, que añade que el caso en la comisión de Educación es solo un ejemplo de este "seguidismo" de la formación vasca a los de Rufián.
Comunicación estrecha con Otegi
Y es que si Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos, es el puente entre los independentistas y el Gobierno de coalición, Rufián es el artífice de que el bloque de investidura cierre filas con el Ejecutivo. El portavoz de ERC en el Congreso mantiene un contacto permanente con Otegi para que la mayoría parlamentaria no se tambalee.
Es así que cuando el PSOE ha tratado de minimizar el apoyo de Bildu a las cuentas públicas o cuando, directamente, han afirmado que no había "ningún acuerdo" (como hizo José Luís Ábalos tras la comisión ejecutiva del partido), Rufián no ha tenido inconveniente en sostener que sí había pactos. "Eso en mi pueblo se llama tener un acuerdo", dijo este martes tras la Junta de Portavoces en referencia a la predisposición de Bildu de apoyar los Presupuestos.
Este esfuerzo del portavoz de ERC, sin embargo, no siempre es grato. Voces en el partido no solo le afean el "ir por libre" sino el hecho de tener un discurso más republicano que independentista. Pese a estas críticas, la dirección del partido avala su estrategia, que consideran ganadora.
Más allá del fuego amigo, es el PSOE quien no se acaba de fiar de los de Junqueras: "Tienen miedo a que vuelvan a fallar", explican las fuentes consultadas en referencia a la negativa de ERC de apoyar los Presupuestos tras la moción de censura a Mariano Rajoy. Aunque Rufián fue en aquel momento quien más abogó por un acuerdo, la coyuntura política catalana (en aquel momento con la sentencia a los líderes del procés y ahora con la inminencia de elecciones en la región) siempre aumenta el riesgo de que se alteren los equilibrios.
Bildu quiere superar al PNV
No obstante, Rufián ha ido ganando peso en Madrid. La dirección del partido no cuestiona su liderazgo en la capital, pese al rechazo que también produce en una parte de sus bases o entre los sectores del separatismo más esencialista. Rufián sigue las órdenes de Lledoners (donde se encuentra preso Oriol Junqueras) al tiempo que mantiene una línea abierta con Otegi en el País Vasco.
Bildu hace tiempo que observa los movimientos de ERC en Cataluña con gran interés, al haber logrado orillar a la derecha en la hegemonía nacionalista. Y Otegi quiere importar este modelo en la comunidad foral con el fin de dar el sorpasso al PNV o, como mínimo, buscar otras alianzas que desplacen a los de Íñigo Urkullu.
