El filón de tierras raras que Marruecos tiene en el Sáhara: el telurio de Canarias puede esperar

Las tierras raras con metales se han vuelto esenciales para varias tecnologías modernas, que van desde teléfonos móviles, televisores hasta bombillas LED y turbinas eólicas. Con su designación como metales raros, Marruecos tiene unas reservas de tierras raras que hace que el telurio que hay al sur de Canarias sobre el monte submarino Tropic sea algo de menor enjundia. Si España, además, algún día logra que la ONU le adjudique ese espacio, a lo que Marruecos pediría contraprestaciones, pondría en riesgo sus intereses pesqueros en Mauritania por el riesgo de turbiedad del agua, entre otros factores.

No todo es para dispositivos o energía: el gadolinio, un metal pesado y se inyectan en vena para mejorar la calidad de las imágenes de los órganos internos, vasos sanguíneos y tejidos cuando se hace un contraste para ayudar a los profesionales de la salud a diagnosticar problemas médicos.

Los datos oficiales señalan que en el Sáhara "pueden tener una abundancia del mismo orden que la de los elementos comunes", según los datos que tiene en su poder la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM) y que guardan dos técnicos: Amina Benkhadra, directora general de la ONHYM y Hamid El Abdouni, director de prospecciones de este centro de poder que acumula 91 años de experiencia a sus espaldas y que pretende en pocos años recuperar las minas españolas en el Rif, que en 1927 cumple un siglo de su final. Benkhadra fue ministra de Energía y Minas en el gabinete de Abbas el Fassi.

Dakhla, que cuando allí patrullaban las tropas nómadas de España se llamaba Villa Cisneros, es un suelo que le tocó en el reparto de 1975 a Mauritania en los Acuerdos de Madrid pero que, por no tener capacidad de custodia, se la cedió a Marruecos antes que devolverlo a España. Precisamente en ese área, Rabat tiene a los técnicos observado el suelo que pisan los saharauis mientras ellos discuten sobre las cosas que pasan sobre la tierra.

En este área hay cuatro cuadrículas mineras comprobadas. Una de ellas con 618 millones de toneladas con un contenido de 0,64% de tierras raras (REE) y 0,28% de Nb2O5, es decir, óxido de niobio. Bien depurado ese óxido de niobio se puede sacar un superconductor con capacidad para soportar altas corrientes y campos magnéticos de gran escala de la superconductividad. Todo esto está envuelto en óxido de hierro y "por una gran anomalía de uranio", señala la ficha técnica de la ONHYM a la que ha tenido acceso Vozpópuli.

Recursos minerales al norte de Mauritania

El yacimiento Lahjeyra, descubierto en 2011 por ONHYM y a 250 kilómetros al sur de la ciudad de Dakhla, casi en Mauritania, geológicamente es una estructura ovalada de al menos 4 kilómetros de largo y 2,5 kilómetros de ancho. Sus recursos minerales estimados tienen un potencial de 372 millones de toneladas con 0,62% de tierras raras, 613 partículas por millón (ppm) de tierras raras de Lantánidos de tierras raras pesadas, 0,34% de óxido de niobio y 461 ppm de torio. Lantánidos de tierras raras: es una bolsa donde puede existir Lantano, Cerio, Neodimio, Prometio, Samario, Europio, Gadolinio, Terbio, Disprosio, Holmio, Erbio, Tulio, Iterbio y Lutecio. Estos elementos son químicamente bastante parecidos entre sí.

Hay otra zona del Sáhara que tiene materiales como los descritos anteriormente y que se llama Landsat con 596,7 millones de toneladas con una ley promedio de 0,9% de tierras raras (REE), 0,32% de óxido de niobio y 111 partículas por millón de uranio (U3O). Esta prospección, descubierta por ONHYM en 2006, se encuentra también a 260 kilómetros al sur de Dakhla. Los estudios geológicos muestran una estructura anular de más de 5 kilómetros de diámetro que cruza una base con recursos minerales que se estiman en alrededor de 584,5 millones de toneladas con un aprovechamiento cercano al 1% de tierras raras entre las que se encuentra un potencial 0,37% de niobio y 193 partículas por millón de uranio.

Se pueden delimitar dos zonas de alta mineralización

Sin embargo, se pueden delimitar dos zonas de alta mineralización que acumulan alrededor de 216,2 millones de toneladas con 1,25% de tierras raras y 0,34% de niobio. Hay áreas superpuestas por una gran anomalía de uranio ubicadas en el eje formado por Glibat Lafhouda y Drag-Al Farnan con 114 millones de toneladas con 0,3% de niobio, 272 ppm de tántalo, 400 ppm de uranio y 0,2 ppm de otras tierras raras. El tántalo tiene entre otras aplicaciones la de uso en dispositivos fotovoltaicos, electrónica y material de capa antirreflectante.