La fiscal coordinadora de la lucha contra el yihadismo en la Audiencia Nacional, Dolores Delgado, ha reclamado al juez que investiga los atentados de Barcelona y Cambrils, Fernando Andreu, la prisión incondicional del segundo yihadista que ha declarado: Driss Oukabir.
Según fuentes jurídicas, Driss Oukabir ha dado una versión diferente a la que declaró en un primer momento, cuando aseguró que su hermano menor Moussa Oukabir, uno de los abatidos en Cambrils, le había robado su documentación y alquilado en su nombre las furgonetas.
Ahora ante el magistrado Andreu ha admitido que fue él el que alquiló los vehículos, aunque ha matizado que su hermano y los demás integrantes de la célula yihadista le dijeron que utilizarían las furgonetas para una mudanza.
Por eso, Driss Oukabir se ha desvinculado por completo de los atentados, en los que han fallecido 15 personas.
Hacia las dos de la tarde, la representante del Ministerio Público había pedido también el ingreso en la cárcel de forma incondicional de Mohamed Houli Chemlal, que resultó herido en la explosión del chalé de Alcanar (Tarragona).
Su declaración se considera clave, ya que según fuentes jurídicas se ha ratificado en su declaración ante los Mossos d'Esquadra. En su testimonio, este joven de 22 años ha confirmado que la intención de la célula tenía intención de cometer un atentado mayor.
En este sentido, el jefe (mayor) de los Mossos, Josep Lluis Trapero, explicó su opinión de que la explosión de Alcanar, en la que habrían fallecido dos personas, una de ellas el presunto líder de la célula, el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, habría frustrado un atentado todavía mayor, ya que en la vivienda ocupada había más de un centenar de bombonas de butano y componentes químicos.
La declaración del tercero de los yihadistas arrestados, Mohamed Aalla, hermano de los fallecidos Youssef y Said, apenas ha llegado a los 40 minutos de duración. Ahora es el turno del dueño del locutorio Salh El Karib, desde el que Moussa y Driss Oukabir habrían enviado dinero a Marruecos.