El caso Gürtel sigue pendiente de una decisión de la Justicia suiza. En concreto, de aquella que debe autorizar o prohibir definitivamente que la abundante documentación bancaria de los principales implicados en la trama, entre ellos Luis Bárcenas, remitida a España a través de las comisiones rogatorias pueda ser utilizada en el futuro juicio de la causa. Para lograrlo, el juez Pablo Ruz y las dos representantes de la Fiscalía Anticorrupción en la causa no han escatimado esfuerzos. El último conocido fue el auto que el magistrado dictó poco antes de abandonar la Audiencia Nacional para pedir a las autoridades judiciales de Berna que levantasen el veto. Lo que hasta ahora no se sabía es que las dos fiscales se habían desplazado en secreto a mediados del pasado mes de marzo a la capital helvética para reunirse con un representante del Ministerio Público del pequeño país centroeuropeo y pedir su ayuda para desbloquear la situación. Para conseguirlo, no dudaron en sacar a relucir que el extesorero del PP, una vez conseguida la libertad bajo fianza, "habría incluso pasado las vacaciones en la montaña".
El escrito del fiscal suizo recalca que sus colegas españolas le destacaron que "Bárcenas ya no estaría en detención preventiva y habría incluso pasado las vacaciones en la montaña"
Así aparece recogido en un documento judicial helvético al que ha tenido acceso Vozpópuli, y en el que se detalla que dicho encuentro tuvo lugar el pasado 18 de marzo a petición de las fiscales españolas y que en el mismo, éstas volvieron a reiterar los argumentos hasta ahora esgrimidos por la Justicia de nuestro país para pedir la autorización: que los delitos investigados van más allá de una simple evasión fiscal, infracción no contemplada por la legislación helvética. En dicho escrito, el representante suizo en la reunión, el fiscal Sergio Mastroianni, destacaba que sus colegas llegadas desde Madrid habían hecho hincapié en que "Bárcenas ya no estaría en detención preventiva y habría incluso pasado las vacaciones en la montaña", en referencia a su puesta en libertad bajo fianza y su posterior viaje a la estación de esquí leridana de Baqueira Beret.
Este viaje a Berna de las representantes de Anticorrupción se desarrolló en secreto y, de hecho, no había constancia del mismo en el sumario del caso Gürtel. Sin embargo, su existencia llegó a conocimiento de uno de los imputados que se ha mostrado más activos ante la Justicia helvética para impedir la autorización para usar los datos bancarios: el 'broker' Iván Yáñez. Éste, acusado de ser testaferro de Bárcenas en diferentes empresas utilizadas para poner a salvo el dinero que ocultaba en el país centroeuropeo, presentó el pasado 23 de abril un escrito en la Audiencia Nacional en el que califica dicho desplazamiento como un "quebrantamiento claro de las garantías procesales" y pedía que se declarase la nulidad de dicha diligencia y de sus posibles resultados. El principal argumento es que dicho encuentro "ha sido llevado a espaldas de las partes, ya que en ningún momento se nos comunica la realización de dicho viaje, y por ende se nos impidió participar en las diligencias o reuniones celebradas en el seno del antedicho viaje". A dicho escrito se ha adherido ya la defensa del empresario y antiguo tesorero de Alianza Popular, Ángel Sanchis, y lo hará en breve las del propio Bárcenas y otros presuntos cabecillas de la trama con cuentas en Suiza.
Más de un año de litigio
El origen del actual litigio en los tribunales suizos se remonta al 2 abril de 2014. Ese día, el juez Ruz remitió a Berna, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, una comisión rogatoria reclamando una autorización para utilizar los datos bancarios en un juicio. Doce días después, la Unidad de Asistencia Mutua de la Oficina Federal de Justicia helvética daba su visto bueno a la petición. Sin embargo, esta decisión fue recurrida ante las autoridades del pequeño país europeo por Bárcenas y Yáñez, quienes alegaron que la misma se había tomado sin que se les escuchara. Ello motivó que el 6 de junio, el Tribunal Penal Federal suspendiera en primera instancia dicho permiso mientras estudiaba el caso antes de tomar una decisión. Ésta llegó en noviembre y fue para anular la autorización y ordenar que se iniciase de nuevo todo el proceso. Eso sí, escuchando los argumentos del extesorero y el resto de afectados.
El 17 de abril, un mes después de viaje secreto de Anticorrupción, Ruz dictaba un último auto para pedir a Suiza que levantasen el veto sobre los datos bancarios
De este modo, la Oficina Federal de Justicia tenía que volver a pronunciarse, pero en esta ocasión, a diferencia de lo que hizo en abril, antes de enviarlo a la Audiencia Nacional, debía dar la oportunidad a los abogados de Bárcenas para presentar sus alegaciones. Con estas últimas en la mano, este organismo helvético tomó una decisión el pasado mes de enero que sorprendió a la Justicia española: negaba la posibilidad de utilizar datos bancarios del extesorero del PP, del cabecilla de la red corrupta, Francisco Correa, y de otros implicados para acusarlos de fraude fiscal. "Las autoridades españolas no ofrecen explicaciones lo suficientemente convincentes acerca de cómo, en función de los hechos descritos, se podría haber originado un fraude fiscal", concluían.
Un fallo que, sin embargo, no cerraba el proceso ya que dejaba abierta la puerta para que la Justicia española aportara nueva documentación. El juez Ruz encargó entonces un informe a la Agencia Tributaria sobre algunas facturas intervenidas a la trama de corrupción para intentar convencer a sus colegas helvéticos de que los sobornos supuestamente recibidos por el extesorero y otros imputados en la Gürtel nunca fueron declarados a Hacienda, como creen entender las autoridades suizas según se deducía de su última negativa. No fue la última iniciativa del entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 5.
Así, su último escrito como magistrado de la Audiencia Nacional fue un auto dictado el pasado 17 de abril en el que pedía de nuevo a las autoridades helvéticas que levantasen el veto sobre el uso en el juicio de los datos bancarios. En dicho documento, Ruz volvía a reiterar que de dicha información sobre las cuentas de Bárcenas, Correa y otros imputados en la trama se derivaban más infracciones que el simple delito contra la Hacienda Pública y hacía suyos los argumentos que Anticorrupción había esgrimido en anteriores escritos. Ahora se sabe que también la Fiscalía lo intentó con un viaje secreto en marzo.
El "indigente"Bárcenas y sus cuadros ocultos
Luis Bárcenas es, junto a su presunto testaferro, uno de los imputados en Gürtel que más están dando la batalla judicial en Suiza. Eso sí, intenta que dicho pleito, presentado en su nombre y en el de una de sus empresas 'pantalla', la uruguaya Tesedul SA, le salga gratis. Para ello, ha intentado que la Justicia helvética le perdonase las costas del mismo, que se elevan hasta los 5.000 francos suizos (4.675 euros). No lo ha conseguido. Como adelantó en exclusiva Vozpópuli el pasado 27 de febrero, tres magistrados del Tribunal Penal Federal dictaron entonces una resolución por la que conminaban al extesorero del PP a pagar dicha cantidad si quería continuar la causa. Los jueces suizos concluían que Bárcenas no había conseguido demostrar que era "indigente", condición necesaria para recibir la "asistencia judicial gratuita" que reclamaba. Y en ello fue clave el hecho de que el extesorero del PP rellenase el pasado 26 de enero un formulario judicial y señalase en el apartado "otra fortuna" la posesión de "cuadros antiguos" que en ese momento valoró en 200.000 francos suizos (cerca de 187.000 euros). El escrito judicial también destacaba que en su intento de no pagar las costas, el político alegó que pese a ser el propietario de dichas obras de arte no podía disponer de las mismas para no cometer "una infracción penal, más precisamente un delito de falsa insolvencia recogido en el artículo 258 del Código Penal español".
Siempre según el fallo del tribunal suizo, Bárcenas alegó en su defensa que no podía disponer de los cuadros ante el riesgo de cometer "un delito de falsa insolvencia" y, en este sentido, señaló que el juez Pablo Ruz le había impuesto una fianza civil de 43'2 millones de euros en concepto de fianza civil en el 'caso Gürtel'. Cifra que, aseguró, estaba ya cubierta con el valor de los otros bienes que la Audiencia Nacional le había embargado, aunque también señalaba su temor a que las autoridades españolas redujeran el valor real de lo ya intervenido para intentar requisarle dichos cuadros. Pese a ello, los magistrados suizos aseguraban en su fallo no entender por qué Bárcenas no quería "utilizar el valor que representan sus cuadros, sin tener que enajenarlos". Además, recalcaban que el extesorero tampoco había podido afirmar de manera "perentoria" que la utilización de dichas obras de arte para sufragar los gastos de proceso fueraa finalmente considerado una "infracción" en España. Por todo ello, el Tribunal Penal Federal estimaba que el político español no había conseguido "demostrar su indigencia" y le imponía abonar los 5.000 francos suizos.