Pasados ya los tradicionales ‘atascos’ de peregrinos que se registran durante las vacaciones de Semana Santa, la familia real belga ha aprovechado los últimos días para cubrir varios tramos del Camino de Santiago. Los reyes Felipe y Matilda, que han viajado a España en compañía de sus hijos, iniciaron su peregrinaje por la Ruta Francesa en la localidad lucense de Sarria, que dista cien kilómetros de Santiago. Se trata de un punto que eligen miles de personas cada año a la hora de comenzar la caminata hacia la tumba apostólica, ya que para conseguir la credencial denominada ‘Compostela’ es necesario recorrer a pie el último centenar de kilómetros de la Ruta Jacobea.
La presencia de la familia real belga ha pasado desapercibida para buena parte de la población, dado que su visita es de “forma muy discreta”, según explicó a Efe el alcalde de esta localidad lucense, Claudio Garrido. El regidor local reconoció que, si uno se fija, en el entorno del lugar donde están hospedados “se nota”, pero también aseguró que tanto los reyes, Felipe y Matilda, como su hija “son muy discretos”.
“Me contaba la Policía Local que iban por la calle como si fuesen ciudadanos normales”, explica Garrido. De hecho, aclaró que la presencia de la familia real belga “no tuvo más repercusión” en la localidad que el propio “efecto mediático”.
Felipe y Matilda son forofos de la Ruta Jacobea
“Lo han llevado de forma muy discreta, muy bien”, insistió. Aunque sin duda hay un equipo de seguridad que se ocupa de vigilar sus movimientos, el alcalde precisó que utilizan “coches camuflados” y que, realmente, “no se ven fuerzas de seguridad” a mayores en la localidad. Garrido precisó que ya “es la segunda o la tercera vez que vienen”, porque el año pasado, “que pasaron por el Bierzo, también estuvieron aquí”.
El alcalde ha destacado la importancia de esta visita, porque “es una promoción para el Camino de Santiago muy importante”.
Bilbao
No me extraña, ya que en España nadie o casi nadie reconoce a la familia real belga.