A la espera de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago se pronuncie en torno a las medidas cautelarísimas presentadas por Abogados Cristianos para paralizar la eutanasia de una mujer residente en la capital gallega, todo apunta a que el procedimiento seguirá su marcha debido al derecho que asiste a la solicitante a poner fin a su vida con ayuda médica. La responsable de comunicación de dicho colectivo de juristas ha confirmado a Vozpópuli que el juzgado les ha transmitido el deseo de la titular del mismo de ponerse en contacto esta misma mañana con los responsables de la asociación con el fin de explicarles los pasos que va a seguir, aunque esa llamada podría demorarse si la jueza se ve desbordada por otros asuntos. En todo caso, la Fundación de Abogados Cristianos es consciente de que en cualquier momento la jueza podría dictar una orden para que los sanitarios logren acceder, con apoyo de la policía, al domicilio donde reside la solicitante de la eutanasia. Ayer por la tarde ya acudieron al citado piso, radicado en el Ensanche de Santiago de Compostela, para recoger a la paciente y llevarla al hospital con el fin de practicarle la asistencia requerida para morir con ayuda médica, pero la madre de la solicitante, que se opone de forma radical a esa medida, les impidió el acceso. Esta mujer afirma contar con el apoyo de otra hija, residente en Málaga, que tampoco está de acuerdo con la decisión adoptada por su hermana, según la información que obra en poder de Abogados Cristianos.
Esta asociación estima que la juez, a través de la información que le han remitido, tiene argumentos más que suficientes para analizar el caso en profundidad y adoptar nuevas medidas en torno a la eutanasia solicitada por la interesada, una mujer de 54 años que padece esclerosis y que no desea seguir sufriendo. Su madre, por el contrario, está convencida de que no es del todo consciente de la irreversible decisión que ha tomado y por eso se puso en contacto con la asociación jurídica para que intenten paralizar el proceso. Este colectivo ha manifestado a Vozpópuli que, en su opinión, se encuentran ante un caso muy oscuro en el que la realidad no coincide con la que reflejan los informes médicos y la resolución del Comité de Bioética. En este sentido, afirman que la paciente no sufre dolores insoportables, dado que ni siquiera toma medicamentos para calmarlos, no se encuentra todo el día encamada e imposibilitada para levantarse y tampoco es verdad que sólo pueda ingerir alimentos líquidos. Consideran, en suma, que B.E.A podría volver a tener interés en vivir si recibiese el tratamiento adecuado por especialistas en psiquiatría y psicología, opinión que coincide con la de la madre de la paciente. Esta mujer afirma ostentar la representación de su hija a través de un poder notarial, pero dicho documento tiene muy poco peso en este caso concreto debido a que la paciente no está incapacitada.
En ese hecho se ampara la Xunta a la hora de no cuestionar la voluntad de B.E.A de poner fin a su vida con ayuda médica. La Consellería de Sanidad afirma que la prestación de ayuda cursada por la solicitante se llevó a cabo de acuerdo al procedimiento iniciado y deseado por una mujer que es “capaz” y que “ha reiterado su deseo de continuar” con el proceso. Señala, por lo tanto, que “en el caso de existir alguna obstrucción a seguir con el procedimiento deseado, y al que tiene derecho, se comunicará al juzgado para que prosiga su actuación”. Por otra parte, los responsables de comunicación del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia han informado a Vozpópuli de que la juez que lleva el caso entiende que en estos momentos no puede hacer manifestaciones sobre el mismo “debido a la reserva que caracteriza a esta fase de la instrucción”.