La Organización Marítima Internacional (OMI) está elaborando un proyecto de directrices sobre las actividades de limpieza de pellets derramados por buques como el Toconao, responsable del vertido de microplásticos que afecta desde mediados del pasado mes de diciembre a varias decenas de playas gallegas y de otras comunidades costeras del norte de España. Este protocolo de actuación se debatirá y probablemente se aprobará en las sesiones del subcomité de Prevención y Lucha contra la Contaminación que se celebrará en febrero de 2024, informa Ep.
En el informe, la OMI no ve eficaz intentar retirar los pellets flotantes directamente del agua tras la pérdida de carga de un buque, dada su "dispersión" en el mar. "La contención y recuperación en el mar se utilizan a menudo como medios eficaces para minimizar la contaminación costera por hidrocarburos. Sin embargo, en el caso de los derrames de pellets de plástico, hay varias razones por las que es poco probable que se produzca una recuperación en el mar", recoge el informe. La OMI insiste en que, en los casos conocidos hasta entonces, "rara vez se ha instigado una respuesta en el mar y, cuando se instigó, no se demostró que fuera eficaz".
El organismo describe en este informe tres posibles escenarios en la pérdida de contenedores con pellets. En los dos primeros, los contenedores se rompen en cubierta, al contacto con el agua o posteriormente, tras liberar la carga. En estos casos, lo más probable es que la notificación de la pérdida de la carga sea "demasiado tarde" como para permitir una contención y una recuperación efectiva. "Dado que la deriva de los gránulos de plástico está influenciada por las condiciones del océano, se dispersarían rápidamente desde el lugar del derrame. Como resultado de esta dispersión, así como de los desafíos descritos al observar pellets flotantes, es poco probable que la recuperación efectiva en el mar sea efectiva, si es que se lleva a cabo", explica el organismo.
Barreras flotantes en caso de rotura
En caso de que un contenedor se hunda hasta el fondo del mar "completamente intacto", la OMI recomienda "asegurarlo lo más rápido posible" y, si es factible, "recuperarlo". Solo si los contenedores y la carga de los mismos se pierden en un puerto, y si la notificación se produce a tiempo, se recomienda el empleo de "barreras flotantes convencionales o barreras petroleras" para contener los gránulos. De la superficie, se pueden recoger con una red.
El informe de la OMI también ofrece recomendaciones sobre la limpieza de los pellets de la costa, una labor que, según advierte, es "laboriosa y prolongada". Por las características del material, su comportamiento en el agua y las herramientas disponibles hace que liberar el litoral de residuos pueda durar "entre meses y años". De hecho, el organismo internacional considera que la recuperación completa de la carga "es en gran medida imposible". En cuanto a la responsabilidad de los costes de limpieza en caso de derrame de pellets de plástico en el medio marino, el organismo explica que depende del suceso y de cualquier tratado pertinente del que sea parte el Estado ribereño y/o el Estado de abanderamiento, además de cualquier legislación nacional aplicable.
Así, existen varios tratados, como el Convenio Internacional de Nairobi sobre la remoción de restos de naufragio, de 2007, que señalan que el propietario registrado del buque debe mantener un seguro obligatorio u otra garantía financiera para cubrir la responsabilidad del vertido.