Vox tiene por fin candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia de cara a las elecciones del 18 de febrero. Se trata del vigués de 62 años Álvaro J. Díaz-Mella López, que ejerce como presidente Provincial de Vox en Pontevedra desde el año 2019 y fue candidato a la Alcaldía de Vigo en las pasadas elecciones municipales, en las que el partido de Santiago Abascal no logró obtener representación tras cosechar poco más de 3.500 votos y apenas el 2,7% de las papeletas emitidas. También fue el cabeza de lista por la provincia de Pontevedra en los últimos comicios generales, pero tampoco consiguió entrar en el Congreso.
Díaz-Mella, que encabezará la lista por la provincia de Pontevedra, es licenciado en Derecho y máster en Dirección y Gestión de Empresas, desarrolló buena parte de su vida profesional en Telefónica, hasta que se prejubiló, y también ejerció como docente y como gestor o asesor en diversos departamentos de varias empresas.
Vox, con esta designación, cumple con su promesa de presentarse a las elecciones gallegas pese a que las encuestas pronostican que el partido no conseguirá entrar en el Parlamento autonómico, como ya ocurrió en anteriores comicios. Pese a todo, la formación que lidera Abascal acude con optimismo a la cita con las urnas y estima que su presencia es necesaria para ofrecer una alternativa a los electores descontentos con una Xunta que se encuentra “secuestrada” desde hace años por un Partido Popular que “se ha rendido ante las políticas propias de los gobiernos de izquierdas”. Galicia, por ello, “debe de dejar atrás las políticas feministas estériles, el creciente adoctrinamiento en las aulas o la imposición lingüística del gallego en determinados ámbitos", afirmaban en el comunicado en el que anunciaron su decisión de concurrir al 18-F.
Pese a ese optimismo, lo cierto es que Vox nunca ha contado con representación en el Parlamento gallego y que en los últimos comicios municipales tan solo logró 'arañar' un concejal en el pequeño municipio orensano de Avión. En cuanto a las pasadas autonómicas de 2020, la formación sufrió un sonoro batacazo al conseguir menos de 27.000 papeletas y el apoyo de poco más del 2% de los votantes.
Aunque el PP ha mandado en los últimos tiempos diversos ‘recaditos’ a Vox para que se quedase al margen de la contienda electoral, todo ello para evitar la división del voto conservador en un momento en el que Alfonso Rueda necesita obtener la mayoría absoluta para mantener el gobierno de la Xunta, la formación de Abascal ha rechazado esa opción al estimar que sí tiene opciones de entrar en el Parlamento Gallego.