Reuniones tensas durante todo el fin de semana. De un lado, Alberto Garzón, coordinador de Izquierda Unida, cada vez más solo ante la ofensiva de Pablo Iglesias, que quiere una fusión con Podemos. Del otro, Enrique Santiago y Amanda Meyer, respaldados por el vicepresidente segundo y favorables a la disolución de IU, pero que temían una “guerra de filtraciones” lanzada por el actual ministro de Consumo, “que sabe muchos trapos sucios”, mantienen fuentes de Unidas Podemos en conversación con Vozpópuli.
La paz en IU parece haberse sellado con un pacto entre Garzón y sus enemigos. El coordinador irá al próximo congreso de enero de la mano de una lista repleta de personas que desde hace meses le están haciendo la vida imposible, pero como mal menor ante la posibilidad de una defenestración violenta y sin premio. A cambio, según las fuentes consultadas, los dirigentes de IU aliados a Iglesias evitan la explosión de información reservada y comprometedora. “A Alberto le han comprado, y barato”, zanja un dirigente destacado de Podemos.
En las últimas semanas, Garzón hizo un amago de contraataque ante la OPA de Iglesias. Solo sirvió para comprender su soledad. Esa debilidad, sin embargo, despertó cierto miedo entre sus adversarios. En mitad de la batalla interna salió a la luz una información que para muchos sonó a “aviso” de Garzón. Una empresa vinculada a una asesora de Irene Montero, Clara Alonso, y creada a finales de 2018 recibió en un año más de 200.000 euros a pesar de no tener trabajadores ni actividades: tan solo una colaboración con el Gobierno de República Dominicana, cuyo país es señalado como el puerto franco de las operaciones de dinero entre Podemos y la consultora Neurona, como desveló este diario.
Trama político-mediática
La posibilidad de que un Garzón “enloquecido” aprovechara su debilidad para filtrar más trapos sucios de Unidas Podemos hizo temblar a más de un dirigente. Sobre la mesa queda la sombra de una trama político-mediática con fondos que pasan a través de los partidos políticos, y van a empresas privadas con sede en el exterior y también a medios digitales instalados en España.
Hubo miedo a una “guerra de filtraciones”, asegura una fuente del partido morado. Con el pacto con Garzón “han querido tapar la mierda. Garzón tendrá una salida honrosa, se irá por la puerta de atrás, pero en paz. A cambio, nadie cuenta lo que sabe”, añaden otras fuentes de Unidas Podemos.
El pacto con Garzón fue respaldado por Enrique Santiago, líder del PCE y hombre de confianza de Iglesias. Pero a regañadientes. “Enrique [Santiago] no quería. Pero no tuvo otro remedio”, agregan en Unidas Podemos. La semana pasada Garzón y Santiago cofirmaron un artículo en uno de los medios digitales afines a ambos partidos, pero para muchos, aquello fue "un simple paripé".
Salida digna en la Universidad
Las fuentes mencionadas sostienen que el pacto a Garzón solo le asegura una salida digna. Muchos hablan de una carrera universitaria. “A estas alturas es lo que pide”, explican. Pocos apuestan por que se mantenga en el ministerio de Consumo, aunque en Podemos aseguran que con Garzón o sin él no se tocarán los equilibrios dentro de la coalición en el caso de una remodelación.
Personas del entorno de Iglesias insisten en que el líder morado nunca maniobró contra Garzón. Aunque la falta de confianza entre ambos es conocida. Y todos saben que la relación personal se torció hace más de un año. En verano, Garzón no pudo más. “Supo de las reuniones secretas entre Santiago, Amanda y Pablo para dar el asalto a IU. Se enfadó mucho. Pero le han ninguneado y lo siguen haciendo. Ni siquiera le informan de las reuniones con Sánchez. Está aislado”, explican en uno de los gabinetes controlados por Podemos.
La lista conjunta al Congreso se asemeja así a la crónica de una muerte anunciada tanto de IU como de Garzón, pero con el dirigente interpretando el papel de verdugo. El político y economista nacido en Logroño y que aspiraba a representar la regeneración del partido de Llamazares y Anguita afila el sable para el último golpe. “Puede que todo tarde unos seis meses, o poco más. Pero el destino de IU está escrito, lo deja meridianamente claro la última resolución del PCE”, comentan en la formación.
"Desmontar IU"
El documento aprobado hace tres semanas en la Conferencia Política del PCE aboga, de hecho, por "desmontar IU como partido político" y proceder a la integración con Podemos más allá de los procesos electorales. El fin de IU podría por lo tanto llegar “en diferido”, afirman en el partido. O sea, una disolución pausada que se activará siguiendo las directrices del PCE de Santiago y que será pilotada por el propio Garzón.
Al Congreso de enero, en efecto, solo llega una lista alternativa. Es la de los herederos de Cayo Lara: un grupo con peso solo en Valencia y Zamora, donde controlan la alcaldía. Son un núcleo residual, que no garantiza trabajo ni seguridad a nadie.
“Esto es muy sencillo: la gente ve que si quiere seguir y cobrar, solo le queda ir con Podemos. De IU no quedará nada, tal vez una sede con una secretaria para aguantar la deuda millonaria, y porque a Santiago le interesa que nadie se haga con las siglas. Todos han visto que con Alberto no hay futuro. A él le darán un puesto en la universidad, pero, ¿a los demás?”, comentan desde las entrañas de IU.