El pasado 24 de mayo, Joan Soteras fue reelegido como presidente de la Federación Catalana de Fútbol (FCF) y desde entonces, ejerce sus funciones al frente del máximo organismo del balompié en Cataluña. Se impuso en los comicios a Juan José Isern, actual responsable de Planificación e Infraestructuras del Departamento de Interior y
exdirector del Servei Català de Trànsit, que quedó en tercera posición tras las votaciones.
Isern era el candidato ideal para el Govern de la Generalitat: no solo forma parte del organismo, sino que es el único candidato que prometió iniciar el camino para oficializar a la selección catalana a la altura de otros combinados nacionales "como Gales o Islas Feroe". Así lo reconoció el propio candidato en los días previos a las elecciones en una entrevista con la Agencia EFE. Ahora podría tener una nueva oportunidad, aunque a través de los despachos, según fuentes a las que ha tenido acceso Vozpópuli.
De momento, la victoria de Soteras en las elecciones ya está en entredicho. El Tribunal Català de l'Esport emitió el pasado junio una resolución en la que admitió a trámite el escrito presentado por Alejandro Talavera, que quedó segundo en las elecciones. Ahora, Isern y su equipo, repleto de excargos de la Generalitat, están intentando que el Tribunal tuerza su voluntad a favor de los perdedores.
Así queda reflejado en un audio al que ha tenido acceso Vozpópuli, en el que el propio Isern afirma contactos "al más
alto nivel" para tratar de conseguir la anulación de los resultados y la repetición de las elecciones. En su equipo cuenta con gente influyente dentro de las instituciones, como Joana Ortega, exvicepresidenta de la Generalitat y exconsejera de Gobernación y relaciones Institucionales, relegada de su cargo tras el 9-N. En la candidatura también está presente Federic Adán Domènech, exjefe de gestión del teléfono de Emergencias (112) en Cataluña.
Cabe destacar que el único que ha impugnado las elecciones ha sido el candidato Alejandro Talavera, que quedó segundo en las votaciones. Ningún otro federado o club ha denunciado irregularidades en los comicios. Isern, en caso de repetir las elecciones, iría junto a Talavera, según fuentes consultadas por Vozpópuli.
Para influir en la decisión del Tribunal de l'Esports, Isern ha utilizado la carta de Javier Latorre, el abogado de la FCF durante los últimos veinte años. Entró al organismo de la mano de Juanjo Isern durante la presidencia de Andreu Subies. Tras no ser renovado por Soteras, Latorre publicó un informe de 55 páginas defendiendo la repetición de las elecciones en un medio de comunicación.
El objetivo que persigue Isern es alienar los intereses de la FCF con las del independentismo. De ahí su voluntad de conseguir que Cataluña tenga una selección nacional oficial. Considera que la federación "debe convertirse en una institución de Estado". Ante los micrófonos de la Agencia EFE, Isern afirmó que su apuesta es "que la selección catalana tenga oficialidad", aunque lograrlo "depende de las buenas relaciones entre el Estado Español y Cataluña".
Se trata del único candidato que prometió pedir, en caso de salir elegido presidente, la incorporación del asunto de la oficialidad de la selección catalana en la mesa de diálogo con el gobierno español. Sin duda, una baza muy interesante para el independentismo, ya que trataría de movilizar el sentimiento secesionista a través de una de sus herramientas más potentes: el fútbol.
S.Johnson
En algún momento habrá que hacer caso a Abascal. No se puede compartir casa con quienes quieren derribarla.
Bartleby
Y dale con la selección "catalana" tomando como antecedente el Reino Unido, los motivos por los que en el Reino Unido hay selecciones nacionales Inglesa, escocesa, galesa e irlandesa (norte) no tienen nada que ver con las pretensiones de los supremacistas. Solo el fútbol y el rugby tienen selecciones nacionales por separado en el Reino Unido que yo sepa, el resto del deporte solo tiene una selección representativa la del Reino Unido. Y es que esos dos deportes inventados en las islas británicas cuando nadie más los practicaba tenía cierto sentido establecer una competición interna, nada más. Ningún país del mundo ha copiado ese modelo, ni los que son estados federales, ninguno, pero los supremacistas siguen con la matraca y dado que estamos en manos de unos bobalicones seguro que al final se salen con la suya.