Encarcelado desde diciembre de 2012 y con problemas de salud, Gerardo Díaz Ferrán se revuelve contra la Audiencia Nacional desde su celda de la Prisión madrileña de Soto del Real. El empresario, que fue condenado recientemente a cinco años y medio por la quiebra del grupo Marsans, acaba de presentar un escrito en el que acusa a la Justicia de enseñarse con él simplemente por haber sido el presidente de la CEOE. Lo hace en el escrito de defensa ante su próxima cita con el banquillo de los acusados del próximo 23 de noviembre, en este caso por la presunta apropiación indebida de 4,4 millones de euros procedentes de la venta de billetes de avión por parte de las agencias de viajes de su grupo y por la que la Fiscalía le pide cuatro años de cárcel. El empresario, a punto de cumplir 73 años de edad, asegura que los hechos por los que tendrá que responder ahora ya fueron investigados por un juzgado ordinario y la Audiencia Provincial de Madrid, que no vieron delito en su actuación, por lo que recalca que la decisión de la Audiencia Nacional de celebrar la vista tiene como único objetivo "someterle de forma innecesaria a la denominada pena de banquillo".
El expresidente de la CEOE destaca en su escrito de defensa que "nunca ha sido imputado en proceso alguno por hechos que pudieran revestir algún ilícito de corrupción política"
En el escrito, de doce folios de extensión y al que ha tenido acceso Vozpópuli, el que fuera máximo representante de patronal insiste en que los delitos de los que se le acusa en esta ocasión no son tales y que, de hecho, el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, donde se presentó la primera denuncia por estos hechos en 2010, ya decretó el sobreseimiento de las actuaciones en enero de 2011 con el visto bueno de la Fiscalía. Entonces, dicha instancia judicial consideró que ni Díaz Ferrán ni los otros representantes del Grupo Marsans "tuvieron la más mínima intencionalidad de defraudar a las compañías aéreas ni de apropiarse del dinero que les pertenecía". De hecho, achacaban que no se hubiera abonado a éstas por aquellos billetes vendidos a "una situación de insolvencia generalizada en el grupo" que impedía a éste hacer frente al pago de trabajadores y proveederos. "Por tanto, los hechos carecen de trascendencia penal por falta de dolo criminal". El expresidente de la CEOE recuerda que la decisión de este juzgado de Madrid fue recurrida por las compañías aéreas que le denunciaron, lo que llevó a la Audiencia Provincial a pronunciarse en enero de 2012 en un fallo que ratificó su exculpación.
Por ello, la reciente decisión de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de anunciar la apertura de juicio oral por aquellos hechos para los próximos 23, 24, 25 y 26 de noviembre ha provocado la reacción de Díaz Ferrán, quien insiste en su escrito de defensa que los hechos que se van a enjuiciar "ya han sido depurados" y que, por tanto, no puede sentarse en el banquillo por ellos. El que fuera máximo representante de la patronal recalca además que aquellos 4,4 millones de euros "fueron destinados al pago de salarios y cargas sociales de los trabajadores [...], a pagos a deudores, a despachos de asesoramiento de carácter jurídico-laboral y mercantil concursal", y no a su propio beneficio. También destaca que en el momento en el que se produjeron los hechos él estaba volcado en la presidencia de la CEOE y que, por tanto, no participaba "en la gestión ejecutiva" de Viajes Marsans.
"Diversas enfermedades"
Díaz Ferrán concluye por todo ello que el verdadero "detonante" de su procesamiento en esta causa es precisamente, su condición de máximo responsable de la patronal en el periodo 2007-2010, y que simplemente por ello se le quiere someter "de forma innecesaria a la denominada pena de banquillo". Una nueva cita con los juzgados que, destaca, se produce cuando está a punto de cumplir tres años encarcelado, lo que le impide llevar "una vida adecuada" a las "diversas enfermedades" que dice sufrir y a la edad que tiene. "¿Qué más pena y daño se le puede infligir a una persona?", se pregunta antes de aseverar que no se le puede aplicar "ninguna condena más" a lo que califica de "lamentable vida". En este punto, el empresario recuerda que pese a los numerosos sumarios en los que se encuentra encausado, "nunca ha sido imputado en proceso alguno por hechos que pudieran revestir algún ilícito de corrupción política".
Díaz Ferrán ya ha sido condenado en dos ocasiones por su gestión al frente del Grupo Marsans. La de noviembre será la tercera vez que tenga que sentarse en el banquillo de los acusados.
Esta es la tercera vez que Díaz Ferrán se siente en el banquillo por su gestión al frente del Grupo Marsans. En la primera ocasión lo hizo para responder de la acusación de fraude fiscal en la compra de Aerolíneas Argentinas por parte de Air Comet. Fue condenado a dos años y dos meses de prisión. En julio pasado volvió a hacerlo, en este caso por el vaciamiento patrimonial de sus empresas. En este caso llegó a un acuerdo con la Fiscalía que dejó la pena en cinco años y medio por los delitos de alzamiento de bienes, concurso fraudulento, integración en grupo criminal y blanqueo de capitales. Además está imputado por la comercialización de las preferentes y por las 'tarjetas black', piezas separadas del 'caso Bankia'. El pasado septiembre, su defensa pidió para él la libertad condicional. Esgrimió que la reforma del Código Penal que entró en vigor en julio contempla la posibilidad de que los presos mayores de 70 años, como es su caso, vean suspendida el cumplimiento de la pena si los tribunales valoran que ha disminuido su peligrosidad. La Audiencia Nacional aún no se ha pronunciado.