El Ayuntamiento de Madrid, que preside Manuela Carmena, quiere pintar los coches patrulla de amarillo y blanco, según dijeron los responsables de la Policía Municipal a los sindicatos durante una reunión de la comisión de vestuario del cuerpo. En el encuentro se trató especialmente del repuesto de los coches que se devolvieron hace algunas semanas por considerar que el renting era muy caro y que se podían conseguir coches más baratos.
La dirección del cuerpo comunicó a los sindicatos que los nuevos vehículos llegarán a las unidades el 15 de diciembre. La Concejalía de Seguridad, que preside Javier Barbero, quiere pintar los coches de blanco y amarillo, en vez de azul como está rotulada toda la flota municipal. Para diciembre se espera que lleguen 115 coches de los cuales 75 serán Renault Scenic, 15 Koleos,15 Traffic, 1 Pickup, 8 Kangoos sin rotular y 1 Traffic sin rotular.
Queja de los sindicatos
El resto de la flota que no se renueva continuaría de azul hasta que se tengan que cambiar, que lo harían ya con los nuevos colores canarios. Uno de los sindicatos que expuso su oposición a los nuevos colores fue CSIT-Unión Profesional ya que considera que el azul oscuro da más operatividad de los agentes. Un color como el amarillo y blanco permite a los delincuentes ver con más facilidad la proximidad de una patrulla.
Un coche de ese color transmite más sensación de seguridad entre los ciudadanos porque se ve más, pero los profesionales creen que lo que debe primar es la lucha contra la delincuencia y no la percepción de que hay más policía. Ese mismo sindicato pidió más volumen en las sirenas. El actual es muy bajo y se han producido ya algunos accidentes por su escaso eco. La dirección de la Policía contestó que ese volumen se adoptó para respetar la Ordenanza de Medio Ambiente.
Los responsables municipales se comprometieron a que los agentes quepan en los nuevos vehículos, no como sucedió con los que se compraron en la época de Botella y también prometieron desinfectarlos cada seis meses.
