El Gobierno conocía el fichaje de Antonio Miguel Carmona por Iberdrola antes de hacerse público. Carmona se lo comunicó personalmente a al menos tres ministros del Ejecutivo de Pedro Sánchez, según ha sabido Vozpópuli de fuentes conocedoras de estas conversaciones. Uno de los objetivos de las llamadas, entre otros, fue controlar el impacto de este anuncio en la opinión pública.
Tanto el Gobierno como el PSOE han sugerido que desconocían la incorporación de Carmona como nuevo vicepresidente de Iberdrola. Es verdad que parte del Consejo de Ministros se enteró "por la prensa". Pero el excandidato socialista a la alcaldía de Madrid sí trasladó esa información a varios ministros, con los que evaluó la repercusión que podía tener el fichaje en plena batalla entre el Ejecutivo y las eléctricas por la escalada de los precios de la luz.
El PSOE ataca a Carmona
La reacción inicial del PSOE fue de "sorpresa". Buena parte del partido ignoraba este movimiento. Pasadas las horas, la respuesta oficial de Ferraz fue crítica. La dirección socialista dijo que Carmona es solo "un militante de base" que "hace tiempo" que no representa ni al partido ni a su militancia, y que "nunca ha representando a la dirección actual". "Si nos hubiera preguntado, le hubiéramos dicho que no. El Gobierno ya tiene una interlocución fluida con las eléctricas antes, durante y después de su nombramiento", dijo Eva Granados en rueda de prensa.
Los comentarios chocan con la realidad de los hechos. Este diario ha informado de que Carmona avisó hace algunas semanas a su círculo más próximo de que iba a fichar por una "gran empresa del Ibex" y que daba por cerrada su etapa en la política. Además, y según estas fuentes, las conversaciones entre el nuevo vicepresidente de Iberdrola y los ministros fueron cordiales. Y, en privado, nadie le echó en cara que diera este paso. Carmona no ha ostentado cargo público alguno recientemente, ni tiene incompatibilidad.
El nombramiento de Carmona fue muy criticado por Unidas Podemos. Varios dirigentes de la formación morada calificaron lo ocurrido de un caso de "puertas giratorias" utilizado por el militante de su socio de Gobierno. "Carmona ganó espacio en las tertulias por atacar a Podemos. Hoy coge una puerta giratoria para forrarse en Iberdrola, imputada por contratar a Villarejo y responsable de sangrar a la gente con la luz", escribió Pablo Echenique, portavoz de Podemos en el Congreso.
Carmona se ha incorporado a Iberdrola en un momento clave para la convalidación del decreto aprobado a mediados de septiembre. La norma permite al Gobierno quedarse con los beneficios extraordinarios de las compañías eléctricas para topar el recibo del gas y bajar el precio de la luz. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha iniciado una ronda contactos con los máximos mandatarios de las grandes eléctricas. Los encuentros pretenden, según fuentes del sector, acordar medidas adicionales al real decreto-ley y valorar la posibilidad de lanzar otra nota aclaratoria a la controvertida normativa.
Tormenta en Iberdrola
El revuelo político que ha provocado el fichaje de Carmona ha sido idénticamente proporcional en el sector energético. La elección del político y economista socialista tiene como objetivo "reconducir las relaciones institucionales y la comunicación" de la compañía", según han confirmado a ese diario fuentes próximas a Carrmona. Pero nadie acaba de entender el beneficio de esta contratación, que se atribuye directamente al presidente de la compañía Ignacio Sánchez Galán. Carmona, dicen, no es la la mejor persona para reconducir la polémica creada por la crisis energética.
El excandidato socialista en Madrid solo tiene un perfil mediático por su sobrexposición en las tertulias. No se le vincula a familia socialista alguna. Y su enemistad con Sánchez es de sobra conocida. A pesar de ello, Carmona también ha tenido defensores. Algunas voces socialistas han recordado que nadie en el PSOE se indignó cuando hace unos meses se impuso un polémico relevo en la cúpula de Indra para poner al frente de la compañía a Marc Murtra, del PSC. O cuando los exministros José Montilla y José Blanco fueron nombrados consejeros independientes de Enagás. "Aquí nadie dijo nada", aseguran. "No se entiende".