José Luis Escrivá plantea subir las cotizaciones para pagar la jubilación de los baby boomers. Así lo acaba de proponer el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a la mesa del diálogo social, según fuentes conocedoras. Se trata de una subida de la cotización que pagan empresa y trabajador a la Seguridad Social de 0,5 puntos entre 2023 y 2032 con el fin de tener un colchón para sufragar las pensiones de esta generación, con una aportación al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, ahora reducido a 2.000 millones. La subida, de cerca de 10 euros al mes de media, afectará a la empresa y al trabajador en partes iguales. En el caso de un mileurista, el impacto sería de unos 5 euros.
Este sistema sería contingente y se acompañaría de más medidas a partir de 2032 si las circunstancias de gasto lo aconsejan, según trasladan las mismas fuentes, entre las que se encuentran acceder al dinero del Fondo con un límite del 0,2% del PIB al año o más iniciativas consensuadas con los agentes sociales, medidas de gasto e ingresos que seguirían las recomendaciones del Pacto de Toledo, con un límite el 0,4% del PIB.
De momento el Gobierno ha trasladado que no detalla estas medidas con el fin de que el Ejecutivo que haya en su momento pueda aplicar este plan con libertad pero a su vez sea viable seguirlo, a diferencia de lo que cree que ha ocurrido con el Factor de Sostenibilidad que aprobó el PP y el Índice IRP. En el caso de que todo esto no fuera suficiente, lo que se prevé ir revisando cada tres años, se estudiaría otra subida adicional de las cotizaciones a partir de 2032, con tope del 0,4% del PIB. En concreto, se plantea que la medida no supere el 0,8% del PIB en 2050, el cálculo de lo que hubiera supuesto el Factor de Sostenibilidad.
Mecanismo de Equidad
Se trata de la propuesta del Mecanismo de Equidad Intergeneracional que sustituye al Factor de Sostenibilidad de la reforma del PP que el Gobierno debe remitir a Bruselas antes del 15 de noviembre de cara a tener la reforma de las pensiones cerrada el 31 de diciembre, junto con la reforma laboral. La primera propuesta de Escrivá fue muy polémica, ya que planteó cargar el esfuerzo en los baby boomers, la generación que nació entre 1957 y hasta 1977, cerca de 7,7 millones de trabajadores, que se empezarán a jubilar en 2023.
Ahora será debatida en la mesa de diálogo social y en el caso de que no hubiera acuerdo, lo que Bruselas en principio exige que haya, se llevará la propuesta del Gobierno en forma de enmienda a la reforma de las pensiones que ha entrado en el Congreso. Pero en este asunto, para la Comisión lo fundamental que haya una garantía de sostenibilidad del sistema. Este Mecanismo es la parte más importante de la primera fase de la reforma que queda por definir, pero también faltan por cerrar las pensiones de viudedad y las parejas de hecho y las cotizaciones reales de los autónomos, a falta segundo del bloque.
