El Gobierno de España ha denegado la solicitud de escala en el puerto de Algeciras, en Cádiz, para dos buques de carga provenientes de Estados Unidos que transportaban armamento destinado a Israel. La decisión llega en un momento de intensa presión política y social para que el país mantenga una postura estricta respecto a la exportación y tránsito de armas con destino a zonas en conflicto, particularmente en el contexto de la actual escalada bélica entre Israel y Hamás.
La noticia fue adelantada por el diario El País y posteriormente confirmada por fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores, que precisaron que desde el pasado 7 de octubre, fecha en que se recrudeció el conflicto en Gaza, España no ha autorizado exportaciones de armas con destino a Israel ni permite la escala en sus puertos de embarcaciones cargadas con material militar con dicho destino.
La negativa de escala en Algeciras sigue la misma línea de otras decisiones anteriores. En mayo, se prohibió la parada en el puerto de Cartagena a dos barcos, el Borkum y el Marianne Danica, que también transportaban armamento hacia Israel. En ese momento, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, subrayó la postura española al indicar que “lo último que necesita esa región es más armas”, argumentando que España no participará “en absoluto en mantener y fomentar esa guerra”.
La prohibición de la escala de estos buques ha sido respaldada desde sectores de la izquierda española, especialmente por Izquierda Unida (IU) y su dirigente Enrique Santiago, quien fue uno de los principales impulsores de la solicitud para impedir el tránsito de estos barcos. Santiago, miembro de la coalición Sumar y diputado en el Congreso, instó a la Fiscalía a investigar y tomar medidas para evitar la llegada de las embarcaciones estadounidenses a puertos españoles.
Reacciones y tensiones dentro de la izquierda
La reacción de Enrique Santiago no se hizo esperar, y desde su perfil en la red social X (antes Twitter) calificó la decisión del Gobierno como una “victoria” para las organizaciones propalestinas y para los ciudadanos movilizados en apoyo a la causa palestina. “Nuestras iniciativas parlamentarias y sucesivas denuncias están obligando al Gobierno a cumplir estrictamente el acuerdo de no permitir envío ni tránsito de armas con rumbo a Israel”, manifestó el dirigente de IU. La agrupación se ha mostrado satisfecha con la medida, asegurando que la prohibición de la escala “eleva el nivel de dignidad de España” y responde a una posición ética frente al “genocidio israelí hacia la población palestina”.
Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, también celebró la decisión, considerándola una “victoria de las organizaciones propalestinas y de la sociedad civil movilizada”, en palabras textuales de un comunicado oficial de IU. La agrupación, así como diversas organizaciones de la sociedad civil que abogan por los derechos del pueblo palestino, han difundido el lema “No en nuestros puertos, no en nuestro nombre”, en una campaña para hacer visible su rechazo al tránsito de armas.
Sin embargo, dentro del propio espectro de la izquierda política han surgido voces críticas respecto a esta decisión. Desde Podemos, partido también integrado en el Gobierno de coalición, la secretaria general, Ione Belarra, cuestionó la actuación del Ejecutivo. Belarra afirmó que la medida “llega tarde” y calificó la actuación del Gobierno como una medida “de cara a la galería”. Según la dirigente de Podemos, se han permitido más de 25 escalas en puertos españoles desde mayo, lo que a su juicio contradice la postura que ahora asume el Gobierno.
Belarra sugirió que, en lugar de prohibir la escala de los barcos, se debería autorizar su entrada y luego retener la carga como una acción efectiva para evitar que las armas lleguen a “genocidios”, en referencia a las hostilidades en Gaza. La secretaria general de Podemos considera que la retención del material militar en territorio español representaría un acto más contundente y efectivo en lugar de la negativa de escala, lo que describió como un gesto meramente simbólico.
La postura oficial y las implicaciones de la decisión
La negativa de permitir escalas a barcos cargados con armas destinadas a Israel refleja la política de no colaboración en conflictos bélicos y se suma a una serie de medidas adoptadas por España en los últimos meses. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores recalcan que esta línea de actuación se mantendrá mientras continúe la escalada del conflicto en Gaza y se agudice la crisis humanitaria.
Esta decisión del Gobierno también se produce en un clima de creciente polarización y activismo social en España respecto a la situación en Gaza. Las manifestaciones en apoyo al pueblo palestino y las críticas a la violencia en la región han encontrado eco en varios sectores de la sociedad civil española y han motivado iniciativas parlamentarias para ejercer mayor control sobre el tránsito de armamento.