España

Reyertas, robos y abusos sexuales: los inmigrantes acogidos en hoteles de Guardamar del Segura desatan el caos

Fuentes policiales consultadas por este medio aseguran que hay avisos "casi a diario", cuando antes el pueblo vivía sumido en la más absoluta tranquilidad

  • Imagen del hotel Parquemar, en Guardamar del Segura

El pasado mes de octubre, el Gobierno decidió repartir grupos de inmigrantes ilegales por distintos puntos de la península y sufragar su estancia en hoteles con el objetivo de aliviar la complicada crisis migratoria que sufría Canarias, con llegadas récord mes tras mes. Una situación que nueve meses después se perpetúa, con experiencias muy dispares: mientras hay municipios donde su llegada no ha alterado la vida de los vecinos, hay algunos puntos donde su presencia ha generado inseguridad.

Es el caso de Guardamar del Segura, un pequeño municipio costero de la Vega Baja alicantina (16.000 habitantes). Allí están alojados más de 200 inmigrantes en el Hotel Parquemar, situado en un punto estratégico para el turismo, ya que se encuentra al lado de una calle principal y a pocos metros del paseo marítimo.

Desde hace meses, esta localidad, que generalmente se caracteriza por ser un remanso de paz, ha vivido sucesos pocas veces vistos entre sus vecinos. En otros dos hoteles también hay inmigrantes alojados, aunque el foco del problema, tal y como cuentan los locales, es el citado Parquemar. Afirman que los senegaleses que llegaron se han integrado bien en la vida del pueblo, pero que después llegaron marroquíes y argelinos para desatar un auténtico caos entre los habitantes de la localidad.

Como ejemplo, el suceso ocurrido el pasado 14 de julio durante la celebración de la Eurocopa, tal y como adelantó el diario Todo Alicante y ha podido confirmar en primera persona Vozpópuli: varios de los magrebíes acogidos propinaron una paliza a un joven de 19 años en un pub de la localidad. Le robaron una copa que se había pedido sin permiso, lo que provocó una pequeña disputa que no llegó a mayores, ya que los trabajadores del pub, llamado La Estación y situado a pocos metros del hotel, le pusieron otra para calmar los ánimos. Cuando el local estaba a punto de cerrar, el joven bajó al baño y allí le abordaron dos magrebíes, que le golpearon en varias ocasiones hasta el punto de caer y golpearse con el inodoro.

Esa noche, además de realizar tocamientos a varias chicas que estaban en el local, robaron algunos bolsos de la gente que estaba en el local. El suceso se une a uno producido en la madrugada de este mismo sábado, cuando seis magrebíes han agredido al portero del citado pub. "Si no se mete la gente del pueblo, lo matan", cuentan fuentes presenciales a este diario. La Guardia Civil se personó en el hotel tras el suceso, aunque la organización encargada de velar por estos inmigrantes se negó a identificar a los agresores, una forma de actuar que ya se ha vuelto habitual, según fuentes consultadas por Vozpópuli.

Para colmo, cuentan que el descontrol es total, ya que se ha expulsado del hotel a algunos inmigrantes que no supieron convivir. Como no tienen papeles, solo les quedó la calle o la okupación. Afirman que uno de ellos es ya muy conocido en el pueblo por delinquir de manera frecuente y de haberse instalado como okupa en un piso de la localidad, otro problema nunca antes visto en Guardamar del Segura.

Estos sucesos se suman a las lesiones provocadas a un Policía Local del pueblo, a una presunta agresión sexual a una trabajadora del hotel por parte de un refugiado venezolano y una reyerta a navajazos entre los propios irregulares alojados. Las fuentes policiales consultadas aseguran que "hay avisos casi a diario", algo infrecuente antes de la llegada de estos magrebíes en el último trimestre. Fuentes locales afirman que las peleas dentro del hotel son habituales y que hace meses, uno de los acogidos tuvo que ser hospitalizado en coma tras producirse una reyerta.

"Los chavales tienen miedo a salir por la noche", asegura otra voz de Guardamar del Segura con la que ha podido charlar este diario, un temor que nunca antes había existido. "Ya en las inmediaciones del hotel se nota la tensión y hay chicos fumando porros", asegura otro vecino del pueblo. Un panorana que intranquiliza a los habitantes de Guardamar y a los turistas más habituales que conocen el día a día de la localidad. "Al menos este grupo no está preparado para convivir con nosotros", afirma otra fuente que conoce bien lo que sucede en el pueblo.

Además, se trata de un problema más para la Policía Local del pueblo, que lleva años quejándose de ser la peor pagada y valorada de todos los municipios en la comarca. Así se lo hicieron saber al alcalde, José Luis Sáez, el pasado mes de junio, cuando varios agentes se presentaron en el pleno del ayuntamiento para protestar por su situación.

Según ha contado el medio local Todo Alicante, el alcalde, del PSOE, ante la temporada alta, ha reclamado ayuda al Gobierno para controlar a los inmigrantes sin que el consistorio haya recibido respuesta alguna. Este diario ha intentado ponerse en contacto con el alcalde o con alguna voz autorizada del Ayuntamiento para conocer en primera persona la posición del gobierno municipal sobre este asunto, pero, tras repetidas llamadas, desde el consistorio se escudan en que están muy ocupados con las fiestas patronales del pueblo para no atender el teléfono. Un problema de comunicación que ya se dio el verano pasado, cuando cientos de bañistas se remojaron en el mar del pueblo por no saber que sus aguas estaban contaminadas por aguas fecales.

Guardamar no es un caso aislado

La situación de caos que se vive en la localidad alicantina no es un caso aislado, ya que los episodios de violencia e inseguridad también se producen en otros puntos de España. En Gandía, cincuenta inmigrantes organizaron un motín en un hotel durante el mes de marzo. En Aguadulce hubo una importante reyerta entre inmigrantes el pasado mes de enero, mientras que durante el mes de abril, cuatro magrebíes y subsaharianos fueron detenidos en el CETI de Ceuta. Ese mismo mes, en Alcalá de Henares (Madrid) hubo una reyerta entre migrantes que acabó con seis heridos, uno de ellos en coma.

Este mes de junio, en el centro de acogida de menores migrantes en Sardina del Sur, hubo dos reyertas que dejaron siete heridos de carácter leve. Otros episodios en el archipiélago fue una pelea a puñetazos en un autobús entre un vecino de Lanzarote y varios menores del centro de acogida del albergue de La Santa, en Lanzarote.

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