Los últimos episodios que se han vivido en torno al chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero han llevado a la Guardia Civil a reforzar el dispositivo de seguridad en la vivienda. Los agentes han cortado el acceso de la calle en la que residen los miembros del Gobierno durante todo el día, una medida que antes sólo se aplicaba durante las caceroladas. Los vecinos que viven en las inmediaciones han trasladado al cuerpo las "molestias" que esta decisión supone para su vida cotidiana.
Este martes por la mañana, pasadas las once, una pareja que rondaba los 70 años paseaba por las inmediaciones del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero."Nosotros veníamos a ver un palacio", preguntaban con extrañeza, después de ver el dispositivo de la Guardia Civil. Los turistas improvisados acudían a visitar lo que en internet aparece como el palacio del marqués, una referencia que había despertado su curiosidad.
Pero allí se encontraron con los agentes y la calle cortada. Las vallas impedían el acceso de viandantes y de vehículos hasta el lugar en que residen los dirigentes de Podemos y miembros del Gobierno. El motivo: durante los últimas días se ha intensificado la seguridad debido a las crecientes protestas que hay en torno al chalé.
Punto caliente de protestas
Los vecinos que viven en las casas más cercanas a la residencia de Iglesias y Montero aseveran que el dispositivo se reforzó a finales de la semana pasada. "Antes, la Guardia Civil sólo cortaba durante las caceroladas -detalla uno de ellos, extremo que ya confirmó Vozpópuli-; ahora impiden el acceso durante todo el día".
Las protestas en Galapagar se han convertido en uno de los puntos calientes durante la actual pandemia. Según fuentes de seguridad, hay otros escenarios en los que se han reproducido las concentraciones, ejemplo destacado en la madrileña calle de Núñez de Balboa. Pero la Guardia Civil ha diseñado un operativo específico en torno al chalé de Iglesias y Montero por albergar a las dos autoridades políticas. El cierre de la vía pública se fundamenta en uno de los puntos de la instrucción que recibieron los agentes: "Evitar que personas se planten o concentren en el tramo de las calles que circundan el vallado/muro exterior del domicilio".
El malestar de los vecinos
Los residentes en esta urbanización de Galapagar han trasladado a la Guardia Civil su malestar por el nuevo dispositivo. Aseguran que les produce contratiempos en sus actividades cotidianas y que tienen que "dar un rodeo" si quieren llegar a las principales vías de comunicación. También arremeten contra el "clima de tensión" que se está viviendo en las últimas jornadas: "A veces viene algún loco y grita cuatro barbaridades sin tener en cuenta que aquí hay familias y niños", afirma otro vecino.
Como adelantó este diario, la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid dio instrucciones para blindar la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero al decretarse el estado de alarma. Entre otras medidas, instó a los agentes a que no permitiesen la colocación de banderas o pancartas en las inmediaciones del domicilio. Fuentes próximas al despliegue fundamentan esta decisión en incidentes pasados.