La Dirección General de la Guardia Civil ha puesto en marcha el proceso de enajenación de vehículos de su propiedad que han sido dados de baja para el servicio. Así, el Instituto Armado se deshará de una flota de casi 500 vehículos entre los que se encuentran turismos, ATV (all terrain vehicle o cuatrimoto), motocicletas, remolques y blindados, todos ellos dados de baja debido a su antigüedad, kilometraje y encarecimiento de las reparaciones y que han dejado de ser operativos para el servicio que venían prestando en las distintas unidades donde están destinados. El precio de venta es casi simbólico y oscila entre los 25 y 30 euros en los que están tasadas las motocicletas y los 630 de los todo terrenos. Eso sí, los particulares o empresas interesados en este material no podrán hacerse con vehículos sueltos, sino que deberán presentar una oferta por un lote completo de los 10 en los que se agrupan estos bienes.
La cantidad en la que están tasados los vehículos puede resultar muy económica... o no, dado su grado de obsolescencia. Tanto es así que el pliego de condiciones de la licitación advierte que “la Administración no se hace responsable del estado y funcionamiento de los bienes que se pretende enajenar por tratarse de bienes deteriorados por su uso”. Pero, si bien su bajo valor puede no llegar a convencer para ser reutilizados, sí puede resultar interesante a empresas de desguace y negocios de chatarra. No obstante, los gastos de la operación, sobre todo la retirada del material, correrán a cargo del adjudicatario.
Entre los bienes que se van a enajenar aparecen gran cantidad de todoterrenos con un valor estimado de 630 €, así como numerosos turismos tasados en 105 € y motocicletas que no superan los 30
Entre las unidades que la Guardia Civil ha distribuido por lotes en función de su localización geográfica (Norte de la Península, Noroeste, Este, Centro, Sur, Ceuta, Melilla, Islas Baleares e Islas Canarias) aparecen gran cantidad de todoterrenos (mayormente Nissan Terrano II y Nissan X Trail 2.2 DCI) con un valor estimado de 630 euros, así como numerosos turismos de diferentes marcas tasados en 105 euros y motocicletas que no superan los 30. Bajo la denominación de “otros vehículos” hay unidades cuyo valor varía entre los 100 y los 500 euros. El lote número 10 consta exclusivamente de vehículos todoterrenos blindados, concretamente 13 Nissan Patrol, de las unidades de Bilbao, Guipúzcoa y Logroño, valorados también en 630 euros. Sin embargo, el precio final de la adjudicación dependerá de la mejor oferta presentada, que no está sujeta a un precio mínimo. Los interesados podrán comprobar el estado del material en los respectivos destacamentos de Automovilismo de las unidades de la Guardia Civil, donde permanecerá hasta que finalice el plazo de presentación de ofertas, el próximo día 22 de abril.
La 'chatarra' que sigue patrullando
Pero estos vehículos no son las únicas ‘antiguallas’ del parque móvil de la Guardia Civil. Y es que algo más del 30% de su flota -casi 6.000 vehículos- tiene más de 10 años y prácticamente el mismo porcentaje supera con creces los 200.000 kilómetros. Los coches con más de 300.000 kilómetros suponen un nada desdeñable 8% del total, según los datos hechos públicos por el propio Ministerio del Interior en una respuesta parlamentaria a finales de 2014. Unas cifras que contravienen las recomendaciones de la propia Dirección General de Tráfico (DGT) que, preocupada por el envejecimiento del parque automovilístico español, lanzó una campaña informativa en 2013 dirigida a los propietarios de vehículos de entre siete y diez años. Desde entonces, mantiene las mismas advertencias en materia de seguridad y sigue alertando del peligro de conducir vehículos con más de 200.000 kilómetros. Paradójicamente, la media de kilometraje de los vehículos de la Guardia Civil sobrepasa esa cantidad.
Melilla, Jaén, Huelva, Granada, Murcia, Lugo, Cantabria... Los puestos cuyos vehículos superan los 400.000 kilómetros no son una excepción
Pese a que en años anteriores los coches del Instituto Armado se retiraban cuando alcanzaban algo más de 100.000 kilómetros debido al desgaste sufrido por su empleo continuado, en los últimos tiempos “su uso se está estirando como un chicle”, aseguran fuentes del cuerpo. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la agrupación mayoritaria de la Benemérita, ya ha denunciado en varias ocasiones la falta de renovación de la flota que ha superado su vida útil. “Los coches de la Guardia Civil son una herramienta de trabajo, un servicio básico para las labores de seguridad ciudadana, no un lujo”, recuerda un portavoz de la AUGC.
Al estar 24 horas funcionando -explica- en muy poco tiempo se hacen muchos kilómetros, de forma que es muy común encontrar vehículos que incluso sobrepasan los 400.000 km, con el consecuente riesgo para los propios agentes y el perjuicio para el servicio. Ejemplos como el de un Terrano II del puesto de Cambil (Jaén) con más de 432.000 kilómetros, un Toyota Rav 4 del Destacamento de Tráfico de Cantabria que supera los 305.000 km, o varios del puesto de Jumilla (Murcia), uno de los cuales marca más de 488.000 km, parecen no ser una excepción. En Lugo se ha retirado recientemente uno que había realizado 700.000 kilómetros, según ha sabido Vozpópuli. “Con coches con tantísimos kilómetros nos las vemos y nos las deseamos para realizar una persecución”. Además, el hecho de que los coches del Instituto Armado puedan pasar la ITV en centros de las Fuerzas Armadas supone "un perjuicio más que un beneficio", ya que "abren bastante la mano", según la AUGC.
Sin presupuesto para renovar la flota
En 2014 la Dirección General de la Guardia Civil descartó la compra de nuevos vehículos porque según adujo “estos gastos dependen de la disponibilidad económica y a día de hoy no es factible”. Las fuentes consultadas confirman que pueden realizar algunas compras puntuales, pero en general no se están reponiendo. “En este sentido la Guardia Civil no derrocha”.