La ‘guerra civil’ en el bloque de la izquierda con la que el Consejo de Administración de RTVE parece vivir en una permanente provisionalidad se recrudecerá hoy durante la reunión extraordinaria prevista para decidir una única cuestión en su orden del día: la destitución de la presidenta de la corporación, Concepción Cascajosa, o la prórroga de su mandato, que durante todo el día de ayer estaba en el aire. Cascajosa fue elegida presidenta interina, y por tanto con un cierto carácter de temporalidad y urgencia, el pasado mes de marzo en sustitución de Elena Sánchez, que hoy tendrá en su poder precisamente uno de los votos esenciales en el Consejo para permitir que Cascajosa siga. De un lado, Cascajosa desea continuar al frente de RTVE y así lo ha venido expresando con vehemencia al resto de consejeros, pero lo cierto es que Sánchez ha reiterado de forma reservada en los últimos días su negativa tajante a apoyarla.
Del mismo modo, Cascajosa nunca gozó del apoyo expreso de uno de los consejeros considerados ‘independientes’, pero insertado en el bloque de la izquierda, José Luis Martín Medem. Más allá de la batalla política que Unidas Podemos y Sumar siguen manteniendo desde hace más de un año, el partido de Yolanda Díaz prefiere la salida inmediata de Cascajosa, lo que está complicando drásticamente todas sus opciones de permanencia en el cargo, y además está enturbiando las relaciones entre PSOE y Sumar en la cadena pública. Fuentes de RTVE dan por hecho directamente que el futuro de Cascajosa va a depender de la decisión personal que adopte Martín Medem, incierta hasta ayer mismo.
Cascajosa necesita hoy un mínimo de cinco votos a favor (hay nueve en el Consejo, cinco de ellos con mandato caducado) para poder continuar en su presidencia interina, pero anoche aún no contaba firmemente con ellos según ha sabido Vozpópuli. A priori, solamente dispone de los apoyos del consejero designado a propuesta del PSOE Ramón Colom, del de Podemos, Roberto Lakidain, y del designado por el PNV, Juan José Baños, además del suyo propio. En total, cuatro. En contra de Cascajosa votarán con certeza los miembros designados a iniciativa del PP, Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio; la propia expresidenta de RTVE Elena Sánchez; y en principio también, el consejero independiente José Manuel Martín Médem.
En este contexto de crisis interna, y dado que el Gobierno no puede dar por ‘liquidado’ al actual Consejo de RTVE hasta dentro de dos años como mínimo porque su vigencia está reafirmada por mandato del Congreso de los Diputados, las mismas fuentes sostienen que La Moncloa está dispuesta a imponer una solución alternativa. Ocurriría si Cascajosa dejase de ser presidenta y se produjese -sería lo previsible- una situación de bloqueo interno que, por los vetos cruzados, impidiese la designación de una nueva figura al frente de la Corporación. Esta operación cuenta con el aval de la SEPI y consistiría en recuperar la figura de una suerte de “administrador único” y convertirlo en un ‘CEO encubierto’ con mando en la corporación sin necesidad de alterar el estatus del actual Consejo. Sería una medida adoptada por vía administrativa, salvando la obligación de recurrir al control previo para lograr el aval del Congreso, y fundamentada jurídicamente en la coartada de que sería imposible que hubiese un vacío de poder en RTVE. La figura en que La Moncloa tiene en la recámara sería la de José Pablo López, y gozaría de plena autoridad con una simple adaptación estatutaria de la normativa de RTVE.
Las mismas fuentes dan “escasa credibilidad, por no decir nula” a otra alternativa: que el PSOE y el PP negociasen ‘in extremis’ para designar a una nueva presidencia pactada de RTVE de un modo similar a como meses atrás lograron desatascar la composición del Consejo General del Poder Judicial. “Pero una vez visto que el escollo de aquel pacto fue precisamente la designación de una presidenta del CGPJ, y que al final el Gobierno no logró imponer a sus candidatas, en RTVE puede reproducirse la misma pugna -sostienen las mismas fuentes-. Por eso es más razonable pensar que Moncloa optaría, a través de la SEPI, por imponer a un candidato o candidata por la puerta de atrás argumentando precisamente la excepcionalidad y la imposibilidad institucional de que el Consejo se ponga de acuerdo”.
Las fuentes manejan como tercera alternativa, que tildan de “más remota”, la posibilidad de establecer una presidencia rotatoria y que los miembros del Consejo votaran al de más edad -Ramón Colom- para sustituir a Cascajosa durante seis meses. El segundo en ese ‘carrusel’ de presidencias provisionales sería el propio José Manuel Martín Médem. Sumar es favorable a esta tesis.
Una convulsa batalla
Radiotelevisión Española lleva más de un año inmersa en una convulsa batalla interna provocada por las disfunciones y vetos entre consejeros dentro del propio grupo mayoritario de la izquierda, “más pendiente de pasarse facturas al cobro entre ellos por sus disputas, incluso personales, que de gestionar esta compleja situación”, argumentan las fuentes. De producirse la caída de Cascajosa hoy y constatar la imposibilidad de lograr consensos para un nuevo presidente, se reproducirá un episodio similar al ocurrido en febrero de este año, cuando el Gobierno impulsó la salida de Elena Sánchez como presidenta, justo minutos después de que José Pablo López fuese despedido como director de Contenidos de RTVE.
En aquel momento, Sánchez se alineó con los tres consejeros propuestos por el PP para provocar la salida de López. De hecho, López había sido por aquellos días el auténtico impulsor del fichaje de David Broncano por RTVE, que se vio frustrado en marzo por toda la polémica interna y cuya negociación, aunque nunca quedó en dique seco, sólo se pudo retomar meses después tanto con Elena Sánchez como con José Pablo López fuera del ámbito de decisión, y no sin una conflictiva polémica interna. Cascajosa se negaba a autorizar un contrato por dos años de duración por valor total de 28 millones de euros, según se filtró en esos días.
Ya el pasado 26 de marzo, la salida de López y la destitución de Elena Sánchez hicieron que La Moncloa se pusiera en guardia con RTVE en vista de que, como recuerdan las fuentes consultadas, “los consejeros propuestos por la izquierda van por libre en algunos casos, no aceptan presiones ni órdenes, y destrozan las mayorías que permiten un control real del Consejo”.
A López, de larga y reconocida trayectoria profesional como gestor televisivo en La Sexta, Trece TVE o Telemadrid, se le atribuye una excelente relación con directivos de Prisa y está considerado por La Moncloa como una pieza crucial para completar su estrategia mediática en lo que atañe a la radio televisión pública. Su visión “comercial” de una RTVE marcada durante años por una crisis creciente de audiencias siempre chocó con la mayoría de directivos, que se oponen frontalmente a una externalización de servicios y programas a través de productoras, algunas de ellas especialmente afines al entorno más directo de Pedro Sánchez. De hecho, no es la primera vez que se especula con la posibilidad de que José Pablo López se convierta en una suerte de “CEO tapado” como administrador único de RTVE. Ya ocurrió en la crisis de aquel 26 de marzo, pero no sin cierta sorpresa salió adelante el nombre de Cascajosa. Hoy, seis meses después, puede ser relevada, con José Pablo López en la recámara del Gobierno como posible relevo por segunda vez para tratar de reafirmar un control total sobre RTVE.