El papel de José Luis Rodríguez Zapatero en la salida de Edmundo González Urrutia ha sido "tangencial". Su implicación ha sido escasa en una iniciativa que ha partido del entorno del opositor y del régimen de Nicolás Maduro -en concreto con Jorge Rodríguez, hermano de Delcy Rodríguez-, que estaba deseando que se fuera de Venezuela.
Así lo cuentan fuentes conocedoras, cuando el PSOE quiere reivindicar ahora el papel de Zapatero. Para contrarrestar su rechazo a la proposición no de ley de reconocimiento de la victoria de González Urrutia que ha promovido el PP y que se prevé que el Congreso apruebe este miércoles, los socialistas han maniobrado este martes para introducir una enmienda que reconoce expresamente "toda labor de mediación" del expresidente para "permitir la liberación de presos políticos y tender puentes entre Gobierno y la oposición venezolana". "Una enmienda indecente", a juicio del portavoz del PP, Miguel Tellado.
La negociación "fue muy rápida". Un opositor del entorno de González Urrutia sondeó a Zapatero inicialmente, pero éste tuvo una "actitud distante, fría" y enseguida los contactos fueron directamente con los hermanos Rodríguez, especialmente Jorge, y con el Gobierno de Sánchez.
El motivo de la frialdad del expresidente español se debe a que la oposición le ha ido orillando desde que se empezó a acercar al régimen. Las elecciones fraudulentas de 2018 que validó fueron el punto de inflexión del viraje promadurista de Zapatero.
El Gobierno de Sánchez sostiene que su papel en las negociaciones ha sido "pura ejecución", y ha hecho de este asunto un mantra. Las fuentes citadas advierten de que esta ausencia de negociación no es positiva. Un papel "pobre" que sigue su tónica de "tibieza" y que con todo creen que en este caso no ha sido así, que ahora sí que ha tenido un rol mucho mayor del que declaran, pero consideran que ha sido negativo.
No ven nada malo en negociar con el régimen si es para conseguir mejoras para la oposición, pero apuntan que el Ejecutivo se suele poner de perfil. El propio Gobierno afirma que no ha hecho nada, sólo los trámites para ayudarle a salir. Aunque así fuera, han facilitado la salida que quiere Maduro, en lugar de refugiarlo en la Embajada en Caracas.
Tras las elecciones del pasado 28 de julio, González Urrutia ha pasado cerca de un mes refugiado en la Embajada de Holanda en Caracas. Sólo al final pasó a la de España, que está al lado, únicamente hay un inmueble que las separa, justo antes de que se produjera el viaje a España.
Cuando el Gobierno español empezó a acercarse a Maduro, la oposición eligió la intermediación de Holanda, que le ha acompañado en las conversaciones de Barbados.
Desaparecido
Zapatero sigue desaparecido desde que fuera invitado por el régimen de Nicolás Maduro como observador a las elecciones el pasado 28 de julio.
Esta pasividad resonaba especialmente cuando la atención está puesta en lo que ocurre en Venezuela y se ha incrementado el papel del expresidente de apoyo al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez.
Ha sido protagonista del cierre de campaña de las europeas. Estaba por ver si su cercanía al chavismo le acababa quemando ahora que está el foco en Venezuela y líderes de la izquierda como Lula, Petro, López Obrador y Boric han exigido a Maduro que muestre las actas. Sólo Boric mantiene una posición firme, pero estos mandatarios sí han mostrado en algunos momentos cierto cuestionamiento a Maduro.
Según ABC, el ausente Zapatero hace gestiones en la sombra con el núcleo duro del Grupo de Puebla para minimizar las sanciones que EEUU estudia endurecer o crear.
Una treintena de exmandatarios iberoamericanos entre los que no está Zapatero pidieron este viernes a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) "la captura y detención inmediata" de Nicolás Maduro, de su número dos, Diosdado Cabello, y de toda la cadena de mando del país.
El expresidente colombiano Andrés Pastrana presentó un informe jurídico en nombre de firmantes como Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy; los colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque; el argentino Mauricio Macri; el mexicano Vicente Fox o el boliviano Carlos Mesa.
Zapatero está llamado a comparecer el 30 de septiembre ante la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, a propuesta del PP, aunque no está obligado a hacerlo.
Reivindicación de un Zapatero en horas bajas
En este escenario, el asilo a González Urrutia supone para el Gobierno de Sánchez una oportunidad para redimirse de las críticas a su política con Venezuela y una reivindicación de un Zapatero en horas bajas.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha asegurado este martes que con Zapatero se ha conseguido la liberación de decenas de presos venezolanos, a diferencia "de los que chillan en el PP". El Gobierno de Zapatero contribuyó a liberar "80 presos políticos" mientras que "con Rajoy cero", ha afirmado. También ha asegurado que con el anterior presidente socialista se expidieron 125.000 permisos especiales de residencia y con el PP 125. "A Feijóo y el PP no les interesa para nada Venezuela ni su gente. Solo les interesa lo que puedan sacar de Venezuela para atacar a Pedro Sánchez y su Gobierno", ha recriminado.
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha exigido este lunes al Partido Popular que pida disculpas a Zapatero por dudar de su compromiso con los derechos humanos y la democracia en Venezuela.
En una entrevista en TVE, Bolaños ha defendido al exlíder socialista al asegurar que trabaja en Venezuela "para garantizar una democracia plena" en Venezuela y "para que haya una seguridad absoluta en todos los líderes opositores" al Gobierno de Nicolás Maduro.
"Una figura así es muy necesaria y muy positiva", ha dicho sobre Zapatero el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, este lunes en Telecinco, pero no ha confirmado si el expresidente ha intervenido en la salida de González Urrutia ni ha reconocido la victoria de éste en las elecciones.
El 26 de agosto, Albares se negó en la SER a considerar que Venezuela es una dictatura. Preguntado por la polémica intermediación de Zapatero, agradeció sus servicios y, para apoyar sus palabras, añadió que tuvo un papel importante en la liberación de presos políticos durante el mandato de Mariano Rajoy y que éste "se lo agradeció con respeto".
El viraje de Zapatero y Sánchez con Venezuela
Zapatero empezó a intermediar en Venezuela en 2015, y hasta principios de 2018 era aceptado por ambas partes. En 2018 cayó en desgracia ante la oposición por su acercamiento a Maduro, que fue creciendo, en paralelo a su amistad con Pablo Iglesias y Podemos.
Dio su apoyo a los llamados alacranes, opositores que se vendieron al régimen a cambio de dinero o favores.
En España, algunos atribuyen el viraje de Pedro Sánchez respecto a Podemos y a su pacto de gobierno con los morados en noviembre de 2019 a Zapatero.
El acercamiento de Sánchez al régimen chavista fue germinando durante 2019 y ya era una realidad en enero de 2020, con el Gobierno de coalición con Pablo Iglesias recién estrenado, siendo el Delcygate el 20 de enero de 2020 un punto de inflexión revelador.
En la desafección del Gobierno de Sánchez y del propio Zapatero con la oposición nunca ha participado Josep Borrell, a cuyas gestiones se atribuye que el 30 de abril de 2019 Leopoldo López se refugiara en la Embajada de España en Caracas. Borrell organizaba videoconferencias con Juan Guaidó, que mantuvo como Alto Representante de la UE, y que su sucesora, Arancha González Laya, fue abandonando, tónica que se ha mantenido con Albares. Desde que este último es ministro se ha liberado a muy pocos presos.
En paralelo, España ha ido perdiendo peso en la mediación y coordinación de la política hacia Venezuela. La oposición no se fía del Gobierno de Sánchez y ha recurrido a Noruega, Francia, Alemania u Holanda, además de Lula y Petro.