La primera de las quince jornadas de huelga convocadas por los sindicatos de Iberia contra el plan de reestructuración de la empresa se ha saldado con cinco detenidos, después de que la Policía cargara contra los 8.000 empleados que se han manifestado este lunes en el interior de la Terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas. Los arrestados han sido acusados de amenazas, resistencia, desobediencia y atentado a agente de la autoridad y han sido trasladados a la Brigada Provincial de Información, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Según la agencia Europa Press, que cita fuentes sindicales, entre 3.000 y 4.000 manifestantes se han concentrado previamente en la explanada de la T4, donde Iberia tiene su 'hub', procedente de una marcha iniciada a primera hora en la ozna industrial de los hangares de Barajas.
La Policía había bloqueado el acceso al interior de la terminal con un amplio dispositivo de furgones y cinco agentes por cada puerta. La tensión entre los manifestantes ha ido en aumento y han intentado acceder al interior, momento en que los agentes han cargado, ante los empujones de los trabajadores que trataban de acceder a la terminal y que han logrado romper el cordón policial.
En medio de empujones y cargas policiales han podido verse incluso enfrentamientos entre algunos usuarios y personal que se encontraba trabajando en el aeropuerto, hasta el punto de que algunos viajeros han tenido que enseñar sus billetes para poder acceder a determinados pasillos en el aeropuerto de Barajas.
Algunos de los manifestantes se han subido a los mostradores de facturación con pancartas en las que podía leerse 'Iberia siempre española', mientras el resto protagonizaba una sentada multitudinaria en el interior de la terminal, ante el requerimiento de los agentes del orden para que se levantaran. Ante el aumento de la tensión entre los manifestantes la Policía ha solicitado refuerzos.
Los manifestantes portaban pancartas con el lema 'Todos juntos podemos. Iberia no se desmantela', en la que ha sido la primera de las quince jornadas de huelga que llevarán a cabo los trabajadores de la aerolínea en protesta por el plan de reestructuración de la compañía, que contempla el despido de 3.807 empleados.