El Consejo Empresarial para la Competitividad, que reúne a los más importantes empresarios y banqueros del Ibex 35, quiere despejar de dudas el horizonte político. Al menos en algunas cuestiones que consideran palmarias y urgentes. En su reciente almuerzo con Mariano Rajoy, celebrado días atrás en el Palacio de la Moncloa, algunos de estos personajes del mundo de la economía sugirieron al anfitrión la necesidad de cerrar cuanto antes determinadas incógnitas.
Uno de los aspectos en los que se pronunciaron con relativa firmeza fue en el de la inquietud general sobre el futuro de la Comunidad de Madrid, una de las principales plazas en cuanto a la creación de riqueza y de empleo. La idea que transmitieron al jefe del Ejecutivo es que es preciso conocer el nombre de quién será el cabeza de lista por el PP para los comicios autonómicos de la próxima primavera. Alguno de los presentes deslizó como muy adecuado confirmar cuanto antes al actual presidente, Ignacio González, como candidato, con lo que se acabarían las cábalas, las disputas y hasta los codazos que existen actualmente en torno a este asunto.
Crear riqueza
"Madrid es fundamental a la hora de crear riqueza e impulsar el crecimiento", deslizó al oído del presidente uno de los asistentes al almuerzo. Seguir durante meses en la incertidumbre sobre cuál será la apuesta del PP para el cargo provoca inestabilidad y alimenta las elucubraciones. La Comunidad madrileña también funciona como punto de referencia la hora de adoptar iniciativas de tipo fiscal o como foco de atracción de inversiones. Temen los empresarios que continuar durante casi un año con esa incógnita dificulte la adopción de medidas y la planificación de negocios. La posibilidad de un gobierno de coalición entre el PSOE e IU les inquieta sobremanera.
También sugirieron al presidente del Gobierno lo adecuado de tomar esa decisión tanto para consolidar la figura del elegido como para permitirle potenciar sus posiblidades de cara a la cita con las urnas. Todas las encuestas que pululan desde hace meses hablan de la dificultad de que el PP renueve su mayoría de Gobierno en Madrid, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento.
El principal partido de la oposición no ha elegido formalmente su cabeza de cartel pero se da por hecho que será Tomás Gómez. En el lado de los populares, sin embargo, es una auténtica incógnita saber quién ocupará esa plaza. Ignacio González ha sido durante años la mano derecha de Esperanza Aguirre en la Comunidad y desde hace casi dos años está al frente del Gobierno madrileño. Su gestión cuenta con el aplauso de los empresarios y su designación como candidato introduciría un elemento de tranquilidad entre el sector empresarial, que juzga positiva su gestión.
Fuera quinielas
Este deseo del Consejo de la Competitividad choca con la forma tradicional de conducirse por parte del presidente del Gobierno, quien no es muy dado a adoptar decisiones con 'precipitación'. Pero sin necesidad de imprimir un acelerón a los tiempos, sí se piensa que una vez superada la cita electoral de las europeas, y tras analizar los resultados comunidad por comunidad, es muy posible que Moncloa pueda enviar algunos mensajes que actúen como elemento tranquilizador en determinados aspectos. Despejar las dudas sobre Madrid puede ayudar al candidato a consolidar su perfil, a potenciar sus índices de conocimiento y, sobre todo, a dejar de lado el desgastante juego de las quinielas.
La relación entre González y Rajoy ha atravesado en ocasiones por momentos nada fluídos pero, de acuerdo con fuentes del partido, las cosas han mejorado mucho en los últimos tiempos. La prudencia de González y su discreción a la hora de presentar determinadas propuestas no chirrían ahora demasiado en la Moncloa. Hay tan sólo un pero que es la permanente crítica del Gobierno de Madrid a la política fiscal que lleva a cabo el ministro Montoro, una actitud que se considera razonable por venir de una comunidad no precisamente muy bien tratada por el Ministerio de Hacienda.
No le gustan a Rajoy las presiones, ni menos aún que se le diga lo que tiene que hacer. Pero también le agrada escuchar a algunos de sus interlocutores cuando se pronuncian sobre asuntos pendientes de tomar una resolución. La opción de González transmite tranquilidad al Consejo de la Competitividad y así se lo hicieron saber. La cuestión está ahora en saber si su anfitrión les hará caso. O, como es habitual en estas circunstancias, esperará a los informes demoscópicos de Pedro Arriola para inclinarse por un nombre u otro. A la vuelta de septiembre se verá a quién hace caso.