El Centro Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche (Madrid) ha vuelto a vivir un episodio alarmante. Un grupo de interinos ha lanzado un nuevo motín provocando el caos dentro del recinto. El grupo arrancó váteres de las instalaciones y amenazó contra las cristaleras durante varios minutos, tal y como reflejan las imágenes a las que ha tenido acceso Vozpópuli.
El motín lo han iniciado un total de 79 internos, ante los cuales tan solo había disponibles nueve agentes de Policía Nacional que presentan servicio de seguridad en este CIE. Un suceso que desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) han denunciado, señalando "la vulnerabilidad de los policías que sufren estas agresiones" y también la de aquellos internos no implicados. Se quejan de la falta de "medios adecuados para garantizar la seguridad" en el centro.
El SUP especifica que el suceso dio comienzo cuando un interno solicitó su medicación durante el periodo de Ramadán, lo que derivó en "un estado de nerviosismo y alteración notable" del varón. Un comportamiento que evolucionó hacia "amenazas de muerte, insultos y agresiones físicas hacia el personal policial y la infraestructura del centro".
Los internos rompieron cristales para usarlos como arma contra los agentes, una situación crítica que se agravó cuando, según el SUP, otros internos se unieron al motín. En concreto, el sindicato señala a "un grupo de sudamericanos", que además retransmitieron "los hechos a través de las redes sociales".
Hasta el lugar, como de costumbre, acuideron agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). La situación fue controlada al poco tiempo, dejando solamente a uno de los implicados que se autolesionó con varios cortes con cristales rotos del Centro, según fuentes cercanas a este medio.
Esta no es la única vez que los internos amenazan con un motín en el CIE. En 2020, por ejemplo, la Policía Nacional detuve a ocho personas que llevaron a cabo una protesta con cohetes, provocando un incendio en los aledaños de las instalaciones y cortando la calzada. "Ni CIES ni naciones ni fronteras", reprochaban, exigiendo así "solidaridad con presos en huelga de hambre" por aquel entonces.