La directora general de la empresa que se encargó de la limpieza del Instituto Nóos ha manifestado que, pese a prestar sus servicios para esta entidad a lo largo de aproximadamente diez años, "cada vez facturábamos a una empresa distinta" en referencia a las mercantiles que conformaban el entramado presuntamente urdido por Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres para desviar fondos de las Administraciones públicas.
Así lo ha señalado durante su interrogatorio como testigo en el juicio que se celebra en Palma por el caso Nóos, donde ha dicho que eran la mujer de Torres, Ana María Tejeiro, y el excontable del Instituto Marco Antonio Tejeiro quienes les indicaban a qué empresa cargar sus facturas. "Me llamaban y me decían: a partir de tal fecha, en vez de facturarme a esta sociedad, me facturas a esta otra".
120 facturas
Y ello a pesar de que, ha señalado, el trabajo "no cambiaba; era siempre limpieza". La testigo, quien durante la instrucción de la causa entregó un total de 120 facturas correspondientes al trabajo llevado a cabo en Nóos, ha recordado que su empresa se encargó de la limpieza de las instalaciones del Instituto "desde el inicio de su existencia hasta que desapareció", a lo largo de unos diez años.
Tal y como ha explicado, durante ese periodo de tiempo la mercantil "comenzó su relación contractual con Nóos, luego con Aizoon...", ha precisado la testigo, quien ha apuntado que las dos últimas facturas libradas contra el grupo "no nos las han pagado: desaparecieron y no pudimos reclamar a ningún sitio".