El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado un nuevo informe de cuentas medioambientales, esta vez en relación a las emisiones de gases de efecto invernadero en 2022. Después del drástico, a la par que esperado, desplome de las cifras tras la temporada en la que la pandemia del Covid-19 fue protagonista (2019-2020), las emisiones de estos gases nocivos volvieron a verse incrementadas en 2021; y aunque no han vuelto a registrar los picos que se daban previamente a la pandemia, 2022 también cerró el ciclo en aumento. Esta última temporada alcanza cifras preocupantes de cara al futuro: sobre todo teniendo en cuenta la previsión y la forma en la que estos datos han evolucionado en apenas dos años.
Tal y como apunta el INE, la economía española emitió un total de 304,4 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2022; un 3,1% más que los registros de 2021. Si se comparan estos datos con los apuntados en 2008, primer año de la serie contable, las emisiones de estos gases han disminuido un 26,9%. Aunque también es verdad, tal y como se ha mencionado anteriormente, que la tendencia de estos últimos años deja entrever la posibilidad de que estas altas cifras vuelvan a darse (o de forma similar) próximamente.
El principal contaminante y generador de gases de efecto invernadero, tal y como apunta el informe del INE, es el dióxido de carbono (CO2). Este es un gas que el cuerpo humano produce de forma natural, por lo que todo el mundo está expuesto, en cierta medida, a su producción diaria. También se produce de forma natural en la atmósfera terrestre como parte del metabolismo animal, la fotosíntesis de las plantas, la descomposición y la combustión. Sin embargo, los principales productores y emisores de dióxido de carbono, tal y como apunta el INE, se encuentran dentro de las viviendas: el frigorífico, la lavadora, la calefacción, la televisión y demás electrodomésticos proporcionan CO2 adicional.
La acumulación de dióxido de carbono en el interior de los hogares suele estar relacionada con el número de ocupantes; mientras que la concentración del gas suele ser mayor en los lugares donde los propietarios pasan la mayor parte del tiempo. De esta forma, es esencial asegurar, como menciona el INE, que todos los electrodomésticos de la casa están revisados y funcionan de forma correcta (y en la medida de lo posible, lo más económicamente). Por ejemplo, la combustión produce mucho CO2, por lo que es de vital importancia asegurar que los conductos de filtración están en perfecto estado (sin fugas) y que no se cuele aire en la vivienda.
En comparación con 2021, las emisiones de este principal propulsor de los gases invernaderos aumentaron un 4,5% en este último año. Entre el resto de estos gases destacan el metano (CH4) o el óxido nitroso (N2O), cuyas emisiones se han visto reducidas significativamente respecto al año anterior: un 21,% y un 11,4% respectivamente. En función de todo ello, el INE además apunta a otra conclusión llamativa: los hogares son la segunda fuente principal de contaminación de gases de efecto invernadero a la atmósfera, una situación cuanto menos alarmante.
Los hogares emiten el 22,7% de los gases invernaderos en 2022, según el INE
Según el informe del INE, el 22,7% de las emisiones totales de este tipo de gases proceden de los hogares, convirtiéndose así estos en la segunda fuente principal de proyección. Un total de 69.120,3 millones de toneladas fueron fruto de la producción interna en 2022. Tan solo la industria manufacturera concentró mayor cantidad de emisiones durante el año pasado: un 24,4% de los 304,4 millones de toneladas totales; siendo el sector de la energía, del agua y de los residuos el tercer componente en este podio, con un 18,1%.
De esa cantidad total de millones producidos por los hogares, el INE desglosa además las emisiones de cada uno de los gases invernaderos propios de este sector. Como era de esperar, más del 95% (más de 66 millones de toneladas) son de dióxido de carbono. Los aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) que utilizamos a diario en nuestros hogares son la principal fuente de estos gases contaminantes. El 5% restante amparado a la emisión de las casas de metano, óxido nitroso y otros gases de este tipo.
El cambio de los sistemas energéticos de los combustibles fósiles a las energías renovables, como la solar o la eólica, reducirá las emisiones que provocan el cambio climático. Una coalición cada vez más numerosa de países se compromete a alcanzar las emisiones cero para 2050; eso supone que alrededor de la mitad de los recortes en las emisiones deben producirse antes de 2030 para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C. Este logro requiere, a su vez, grandes reducciones en el uso de carbón, petróleo y gas, lo que no parece muy factible ni viable actualmente.
MACMalayerba
En casa ya lo tenemos controlado "El frigo echa eructos", la "lavadora es la del pis", y yo que le miento a mi señora culpando a la "mascota, -cagona- le llamo", así que si me envían al experto lo podríamos mejorar. Gracias.