España

Susana Díaz pide ayuda a sus amigos del Ibex para que convenzan al PP de que facilite su investidura

La presidenta andaluza está moviendo todos los hilos a su alcance para que su victoria en las urnas no derive en una amarga derrota. El mensaje que ha dirigido a altos representantes del Ibex es muy directo: tienen que convencer al PP de que le apoye en su investidura para evitar ir a nuevas elecciones autonómicas.

  • Susana Díaz y Ana Patricia Botín durante su primer encuentro en Sevilla.

Susana Díaz ha empezado a volar alto y casi con total autonomía como presidenta en funciones de la Junta y como principal lideresa de su partido en Andalucía. Tanto es así, que algunas decisiones ya ni las comenta a su círculo más allegado, actitud que ha empezado a generar no pocas tensiones. Su principal reto es conseguir su investidura y evitar ir a nuevas elecciones, operación en la que ha terminado embarcando a algunos  de los empresarios cuyas firmas cotizan en el Ibex con los que ha trabado una especial familiaridad.

Susana Díaz cree que el Ibex puede ser más eficaz que la vicepresidenta en la mediación ante el PP a favor de su investidura

Fuentes cercanas a Díaz evitar dar nombres concretos, pero sí precisan el mensaje que la presidenta andaluza les ha transmitido: tienen que convencer al PP de que la apoyen en su investidura si llegara a confirmarse la resistencia de Podemos y de Ciudadanos a dar este paso. Ambas formaciones han colocado muy alto el listón de sus condiciones, al exigir a Díaz que, antes que nada, entregue en bandeja las cabezas de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, dos de los referentes fundamentales del socialismo andaluz.

El PP ha exigido desde el principio para facilitar la investidura de Díaz que el PSOE andaluz respete después del 24 de mayo que gobierne la lista más votada en todos los ayuntamientos, algo que sus dirigentes regionales no están dispuesto a aceptar ya que perderían buen número de alcaldías a las que pueden optar pactando con Podemos o con Izquierda Unida. Pero la presidenta andaluza opina que la decisión de ayudarla o no en su investidura se acabará tomando en La Moncloa y, por tanto, será Mariano Rajoy quien acabe imponiendo a Juan Manuel Moreno Bonilla lo que debe hacer. El entorno inmediato de Díaz considera que al PP tampoco le interesan nuevas elecciones en Andalucía, por lo que acabará cediendo a las presiones y al criterio de los grandes del Ibex, espantados ante la posibilidad de que sea una formación como Podemos la que marque las reglas de juego en esta comunidad y, después del 24-M, en el resto de España.

Según fuentes socialistas, Susana Díaz también está dispuesta a utilizar, si las circunstancias lo requieren, el hilo directo que mantiene con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para torcer a su favor la posición del PP andaluz. Sin embargo, cree más eficaz la vía del Ibex ya que opina que Sáenz de Santamaría lo es casi todo en el Gobierno, pero no carece del peso suficiente en su partido como para influir en decisiones de esta naturaleza, aun siendo consciente de que Moreno Bonilla pertenece a su misma parroquia.

La presidenta andaluza conoce el miedo de los empresarios a que sea Podemos quien marque las reglas de juego

“Susana rema a su favor porque conoce la preocupación que hay en el Ibex por el vuelco del mapa político que puede producirse en breve en España como consecuencia de la entrada en escena de Podemos y de Ciudadanos. Los empresarios van a trabajar siempre a favor de la estabilidad política y en Andalucía esto se traduce en un respaldo a quien ganó las últimas elecciones”, afirma un alto dirigente del PSOE sureño.

Quienes desconocen las costuras del socialismo andaluz pueden preguntarse las razones por las cuales Susana Díaz ha decidido no echar mano de Felipe González para que medie directamente ante Mariano Rajoy y allane su investidura. La respuesta que se ofrece en el equipo de la presidenta de la Junta es convincente: “La relación entre Susana y Felipe no pasa por sus mejores momentos”.

Antes y después en la relación con González

Estas fuentes informan de que hubo un antes y un después tras la entrevista concedida por el expresidente del Gobierno a El País a mediados de marzo, en la que dio por sentado –“Es información, no opinión…”– que Díaz se quedará en Andalucía y no dará el salto a la política nacional. A la presidenta andaluza no le gustó esta “información”, como tampoco que González haya salido al rescate de Pedro Sánchez, intentando echar por tierra los ímprobos esfuerzos hechos por el también expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para colocar a la exministra Carmen Chacón en la carrera de las primarias internas previstas para julio, en las que se decidirá el cartel electoral de las legislativas, aseguran estas mismas fuentes. Los hechos se explican por sí solos: Susana Díaz ni siquiera acudió a la conferencia municipal celebrada por el PSOE en Madrid este fin de semana, mientras que a Zapatero se le convocó, pero se le obligó a guardar silencio por obra y gracia del secretario general.

Díaz ha enfriado su relación con Felipe González desde que el expresidente ha decidido rescatar a Pedro Sánchez

La constitución del Parlamento andaluz está prevista para este miércoles. El próximo día 29, se celebrará la primera sesión de investidura, en la que Susana Díaz, salvo sorpresas, no obtendrá la mayoría absoluta, pues necesitaría de los votos del PP (33 escaños), de Podemos (15) o de Ciudadanos (9). Dos días después, se celebrará la segunda sesión, en la que solo necesitará mayoría simple, que podría obtener si se abstiene el PP o si lo hace Podemos, aunque en esta última hipótesis necesitaría, además, el respaldo de un diputado de IU. Un retrato de situación que contrasta con la victoria sobreactuada que escenificó la lideresa en la noche del pasado 22 de marzo.

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