Uno de los testigos en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra el frente jurídico de ETA, responsable de la investigación que concluyó con la detención de los nueve procesados, ha destacado este lunes durante su comparecencia ante la Sala que el seguimiento que se hacía a este equipo de abogados ha sido importante en operaciones que concluyeron con la detención de dirigentes de la banda terrorista.
A preguntas de la defensa, el agente se ha referido al frente jurídico de la organización como una "gallina de los huevos de oro" que tenían que cuidar, dada la importancia que tenían sus actuaciones, como eran sus citas en Francia con otros miembros de la organización.
También ha manifestado que el CNI colaboró con los investigadores desde 2008 hasta el momento de la operación contra los procesados en 2010, y que fruto de esta colaboración pudieron realizarse identificaciones y proponer a la autoridad judicial su detención.
"Trato exquisito"
Cuando ésta se produjo, en documentos policiales se señala que los arrestados debían tener un trato "exquisito", término que según ha explicado se utilizó para poner en valor su calidad de abogados, ya que la legislación establece reservas respecto de las personas que son letradas que había que respetar. En otro de los casos, dicho trato "exquisito" se manifestaba dada la dolencia que sufría uno de los detenidos.
Durante la sesión de este lunes, las defensas de los nueve procesados, a los que se piden más de 86 años de cárcel, ha tratado de desacreditar la investigación policial que llevó a su detención.
Una de las principales acusadas en este procedimiento es Arantza Zulueta, que ya cumplió condena por su integración en el 'frente de cárceles' de la banda terrorista. Abogada en ejercicio, tenía un papel destacado en la organización al menos desde 1999, siendo la máxima responsable del colectivo de abogados de ETA.
Según el escrito de la acusación, desde su posición Zulueta participó en actos relativos al cobro del impuesto revolucionario, colaboró en la fijación de objetivos de la banda y ayudó a integrantes de la organización a eludir la acción de la Justicia.
Las penas
La Fiscalía pide para ella 12 años de prisión y 14 años de inhabilitación especial para cargo público por el delito de integración en organización terrorista, en condición de dirigente. Igualmente, solicita 7 años de cárcel y 14 de inhabilitación absoluta por el delito de depósito de armas y explosivos.
Otro de los supuestos líderes del frente, Jon Enparantza, también cumplió condena junto a Zulueta por su integración en el órgano K.T., el mencionado 'frente de cárceles'. Eso sí, él estuvo interno en Estremera mientras que su compañera cumplió la pena en la prisión de Picassent, en Valencia.
Enparantza, alias 'Mik Mik', se encargaba desde 2008 de gestionar todo lo referente al colectivo de presos y a su entorno tanto en Francia como España, garantizando la conexión entre ETA y los presos, según la acusación preliminar de la Fiscalía. Además, aseguraba la transmisión de órdenes, directrices y circulares de la banda a los reclusos de la misma.
El Ministerio Fiscal pide para Enparantza pena de 12 años de prisión y 14 de inhabilitación para cargo público por delito de integración en la organización terrorista en condición de dirigente dentro de la misma.