Las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero serán el primer termómetro que medirá el sentir de la ciudadanía respecto a los pactos con Junts de PSOE y Sumar para alcanzar La Moncloa. Una cita importante para la izquierda, ya que es una nueva oportunidad para ganarle la Xunta al PP tras casi dos décadas sin conseguirlo. Es por ello que ambos partidos junto al BNG están llamando a la movilización de la izquierda frente a un Alfonso Rueda que no contará con la muleta de Vox, pero que es favorito para conseguir una mayoría absoluta.
El primer gran paso lo ha dado este domingo el BNG. Ana Pontón, portavoz y candidata de la formación nacionalista, ha sellado la paz con Mariño Noriega, líder de Anova. Ambas formaciones han decidido reconciliarse en torno a la figura de Pontón para concentrar el voto nacionalista en Galicia. En los comicios de 2020, Anova concurrió junto a Podemos y consiguió casi un 4% de los votos.
El objetivo es claro: aprovechar la oportunidad de presidir la Xunta. Pontón ha catalogado la cita de "transcendental" e "histórica", ya que considera que es la primera vez que el nacionalismo gallego tiene posibilidades reales de tocar gobierno. Las encuestas dan mayoría absoluta a Rueda, pero también muestran que la izquierda mejoraría sus resultados, de ahí que crean que hay partido.
El PSOE, a través de su candidato, José Ramón Gómez Besteiro, también ha intentado movilizar a su electorado. El objetivo es alcanzar los 479.000 votos que consiguió Pedro Sánchez en las últimas elecciones generales. "Con ellas, estaremos en la Xunta de Galicia. Si movilizamos Galicia, El PP pierde", interpeló este sábado el socialista. De conseguirlo, supondría un vuelco a la situación del PSOE gallego: en 2020 logró casi la mitad de los votos que pretende lograr ahora.
La estrategia socialista es similar a la de Yolanda Díaz y Marta Lois para lograr entrar en el parlamento gallego. La líder de la formación ha llamado a "movilizar" el voto para "sacar" a Alfonso Rueda de la Xunta. La propia Díaz desveló a las claras la estrategia de la izquierda en estos comicios: pidió a PSdeG y BNG "darse la mano" con su formación para desalojar al PP.
La líder de Sumar ha recordado que el 23-J, los partidos de la coalición de gobierno consiguieron 810.000 votos, por lo que llama al voto masivo. Entonces, se consiguió una fuerte subida de la participación (del 55,85% en 2019 al 73,14% en 2023), fenómeno que Díaz quiere replicar el 18 de febrero. Cierto es que Galicia, históricamente, se ha caracterizado por la abstención en los comicios autonómicos: en 2016 y 2020 no se superó el umbral del 50%.
Los aparatos nacionales miran a Galicia
Los aparatos nacionales de PSOE y Sumar ya mueven ficha para conseguir votos para sus candidatos. Para muestra, los 'pellets': Yolanda Díaz se trasladó a Galicia para fotografiarse en una playa afectada y Óscar Puente, ministro de Transportes, ha cargado duramente contra Rueda en sus redes sociales durante varios días.
Esto ha obligado a Feijóo a salir el paso y defender a su candidato, acusando a la izquierda de hacer una "utilización política tóxica" de la situación. “Lo que es tóxico es la utilización que se está haciendo de un vertido en costas portuguesas, responsabilizando a la Xunta, que es la que padece ese vertido, desde el Gobierno”, afirmó el líder nacional de los populares.
En Génova saben de la importancia de estos comicios y por ello, los líderes autonómicos se han volcado con Rueda. Varios de los grandes nombres del partido, como Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno o Alfonso Fernández Mañueco, han arropado al presidente de la Xunta y se han deshecho en elogios.
Antipopulista
Yo no digo que en España no hay ma.socas a los que les guste que les mientan cada día y les m.een y ca.guen encima, que por supuesto los hay y se les llama progres. ¿ Pero tantos como para sacar mayoría absoluta en Galicia? Por suerte allí la izquierda no pinta nada. Ya quisieron manipular a los gallegos con el "prestige de los palets ", echándole la culpa al gobierno gallego como si fuese el culpable de que un barco pierda un contendor. Nos subestiman igual que a sus votontos y no todos somos tan, tan ton.tos.