El teniente coronel Briones es el jefe de fuerza del Ejército del Aire y el Espacio en apoyo a las inundaciones de Valencia, que articula un contingente superior a los 600 efectivos e ingentes recursos materiales, desde maquinaría de ingeniería militar hasta aeronaves. Se trata -admite- de una de las misiones a las que se ha enfrentado con mayor implicación emocional.
Y eso que, a sus 51 años y como miembro del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) [unidad que se despliega allá donde haya una aeronave militar española], ha participado en numerosos despliegues en el exterior. Algunos de ellos le recuerdan a los acontecimientos que vive estos días en Valencia, debido a las trágicas consecuencias de la DANA, que se ha cobrado la vida de 219 personas, a la espera de cribar el número de desaparecidos.
“Ver esto al lado de casa...”, confiesa emocionado este teniente coronel del Ejército del Aire en conversación con Vozpópuli, antes de agradecer el esfuerzo de tantos valencianos que, afirma, les sirve de “aliento” para seguir desarrollando su labor cada día.
Pregunta. ¿Cuál es la misión del Ejército del Aire y el Espacio en Valencia?
Respuesta. Prestar apoyo a la Unidad Militar de Emergencias (UME) integrándonos en su colectivo de actuación con el fin de dar una respuesta más eficaz y proporcionada a las dimensiones de esta fatalidad.
P. ¿Con qué capacidades?
R. De personal tenemos más de 600 hombres y mujeres sobre el terreno. También vehículos de transporte, ligeros, vehículos todoterreno, camiones, góndolas, remolques, ambulancias y maquinaria de ingeniería militar, como retroexcavadoras, grúas, buldozers, motobombas y minimáquinas, entre otros. Además contamos con dos helicópteros NH90.
P. Eso supondrá un esfuerzo logístico enorme.
R. Logísticamente requiere mucha organización y también mucho esfuerzo. Es cierto que las unidades del Ejército del Aire y del Espacio que salieron inicialmente están preparadas para estos despliegues rápidos, con un ariete bastante bueno para que la logística se pueda ir agregando.
P. ¿En qué zonas están?
R. Las zonas principales en las que ahora mismo estamos son Paiporta, Benetúser, Catarroja, Loriguilla, Algemesí y Ribarroja.
P. Lo que se considera como la zona cero de la tragedia.
R. Sobre todo Paiporta, Benetúser, Catarroja… son zonas bastante devastadas. Se te encoge el corazón y se hace difícil pensar cómo ha podido ocurrir.
P. Tanto usted como el EADA tienen experiencia en otras catástrofes naturales, como el Tsunami de Indonesia o el terremoto en Pakistán.
R. Pertenezco a una unidad de despliegue y con la experiencia de haber estado en muchas partes del mundo, deprimidas y castigadas por desastres de todo tipo. Pero encontrarte esta situación que recuerda a ese gran tsunami, pero al lado de casa… Es impactante y la verdad es que emocionalmente no es lo mismo.
P. No será fácil gestionar esas emociones.
R. La gestión de las emociones… Estamos acostumbrados a ver esto, pero que pase en tu casa… Pero es un aliente doble porque al ver a tanta gente trabajando, que es tu gente, da más fuerza y determinación para pelear hasta el final.
P. ¿Con qué dificultades se encuentran en Valencia?
R. Una de las principales dificultades es llegar a algunos sitios. Si uno se mete en determinadas zonas ve cómo se van estrechando calles, llenas de coches, enseres y barro. Primero hay que despejar los viales principales para luego ir a la ramificación más estrecha. Es un rodillo. Cuando vas limpiando las calles principales da la sensación de que todo va más rápido. Esto aumenta progresivamente.
Ellos verbalmente trasladan un agradecimiento inmenso. Pero lo que más trasladan, y quizá sin darse cuenta, es su fuerza, el esfuerzo y la determinación de no rendirse ante esta adversidad: levantarse de nuevo y seguir adelante. Es el mayor ejemplo y la motivación que tenemos nos impulsa a salir adelante con más ganas y más fuerzas, y dar lo mejor por nuestra gente.
P. ¿Cómo está la moral de los militares desplegados?
R. Muy alta. El grado de empatía que estoy viendo de las Fuerzas Armadas con la población es tremendo. Y la implicación de las Fuerzas Armadas con los cometidos es absoluto, pese a las largas jornadas de trabajo. El ejemplo de la propia gente peleando y trabajando para seguir adelante nos da más fuerza para continuar. Estamos acostumbrados a situaciones similares en zonas de operaciones, pero ayudar a nuestros compatriotas es el motor fundamental de nuestra voluntad.
P. Cuando pase la adrenalina de toda esta intervención...
R. Se verá diferente. Sobre todo lo que solemos decir, que tendremos la satisfacción del deber cumplido. Eso tiene mucha fuerza y sentido para nosotros. Nos olvidaremos del dolor de espalda y la lejanía de las familias. Somos una unidad que suele pasar más de 200 días al año fuera de casa. Es un honor estar aquí, estaríamos dolidos de no estar. Lo que va a quedar es el recuerdo de poder ayudar. Y no es cosa del agradecimiento que tengamos que nos trasladen los valencianos, somos nosotros los que les damos las gracias por darnos este ejemplo.
P. ¿Quiere decirles algo?
R. Un mensaje de todos los miembros de las Fuerzas Armadas a todo el pueblo de Valencia: el total apoyo y compromiso que tenemos para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.