El juez que investiga a José Luis Moreno por presunta estafa da impulso al procedimiento y cita a declarar al argentino Alejandro Roemmers el 9 de febrero. El inversor argentino comparece como perjudicado por los 35 millones de euros que prestó al productor para realizar una superproducción cinematográfica y que, según sostiene, se podrían haber desviado para intereses particulares de su antiguo socio. Un día antes está convocado el examigo íntimo del humorista, el actor Martin Mester, que no pudo responder a su primera cita con la Justicia tras contagiarse de coronavirus.
Fuentes jurídicas consultadas por Vozpópuli explican que el juzgado se prepara para citar también a Moreno, que todavía no ha sido interrogado en sede judicial por su papel como presunto cabecilla de esta trama dedicada a la estafa bancaria. De momento, los que sí declararán en la Audiencia Nacional el próximo mes de febrero son estas dos personas especialmente ligadas al humorista. No obstante el magnate argentino lo hará en su condición de perjudicado, mientras que el actor checo lo hará como imputado.
En caso de nueva incomparecencia sin justificación, la citación podrá convertirse en orden de detención
A este último, el instructor del caso Titella le avisa de que podría ordenar su detención ante una nueva "incomparecencia sin justificación". Mester estaba convocado el pasado 18 de enero, pero pidió retrasar la comparecencia por el alto pico de contagios. Además, acreditó que se había contagiado de coronavirus. El instructor le da de plazo unas semanas para que explique su grado de implicación en la trama (debido a su cercanía con Moreno) así como los pormenores de una operación inmobiliaria en Praga.
Producción de Hollywood
Roemmers, por su parte, lleva tiempo queriendo declarar ante los investigadores. En sus escritos al juzgado se ha presentado como una víctima del presentador de televisión. Ambos crearon conjuntamente en 2018 la sociedad Dreamlight para impulsar una producción sobre la vida de San Francisco de Asís. El argentino se define como un "admirador apasionado" de su figura y, por ese motivo, financió a José Luis Moreno a través de su sociedad Franciscus Productions. Según dijo, el estallido de esta causa de corrupción en junio y las escuchas interceptadas por la Policía le llevaron a sospechar que Moreno podría estar desviando parte de los 35,2 millones que le prestó para la superproducción.
Por ese motivo solicitó al juzgado que embargase las participaciones que su hasta entonces socio ostentaba en Dreamlight (que no llegarían al 30%), así como la mansión que Mester adquirió en Praga ya que, según sostiene, se podría haber pagado con fondos destinados a esta serie. A falta de lo que explique en sede judicial, Roemmers sostiene que nunca ha llegado a ver ni un minuto de este trabajo audiovisual pese a las "constantes promesas" de Moreno de entregar la primera temporada antes de finalizar el 2020.
"Lo cierto es que ni la primera temporada, ni los 10 primeros capítulos, ni siquiera 3 que permitieran iniciar las gestiones para comercializar la serie; el Sr. Moreno no ha entregado a Dreamlight ni un solo capítulo conocido", denunció en septiembre. Del mismo modo explicó que la sociedad que comparte con José Luis Moreno no había podido comparecer en esta causa penal, pese a ser perjudicada de los hechos, porque el actual administrador (sobrino del productor) se negó a otorgar poderes para pleitos. Al respecto denunció que Moreno desvió a sus empresas dinero de Dreamlight mediante conceptos ficticios y trabajos inexistentes.
Segundo aviso para Mester
En lo que respecta a la mansión en República Checa de Martin Mester, el argentino pidió su embargo ante la sospecha de que la pudo adquirir con sus fondos. Tras ello el magistrado requirió a la Policía Judicial para que acreditase la existencia de este inmueble al que se hacía alusión en las escuchas telefónicas por las deudas que acumulaba. La Guardia Civil recurrió a la Europol, que en noviembre respondió que la vivienda se compró en 2020 a nombre de Mester y de Youmore TV, sociedad ligada al ventrílocuo.
No obstante también acreditaron que el actor checo que llegó a vivir con Moreno en su mansión de Boadilla del Monte (Madrid) se deshizo de la casa el pasado mes de agosto, esto es, apenas semanas después del estallido del procedimiento en el que se detuvo a José Luis Moreno. Se trata de una operación que ha levantado las sospechas de los investigadores porque se produjo en pleno cerco judicial y porque de la venta Mester solo obtuvo un beneficio de 170.964 euros (pese a que la vivienda estaba valorada en medio millón de euros).
Al margen de estas citaciones, el juzgado ya se prepara escuchar en sede judicial a José Luis Moreno. El productor, convertido en la cabeza visible del caso Titella, pidió hace muchos meses declarar ante el juez y la Fiscalía, que le acusa de formar parte de una presunta organización criminal que habría cometido un fraude valorado en 65 millones de euros. El humorista insiste en que no integra ninguna red ilegal y que tampoco ha estafado a su socio argentino. Al respecto dice que la serie ya tenía más de una treintena de capítulos grabados cuando le detuvieron.
¿Huida al extranjero?
Por todo ello solicitó al juez que le llamara a declarar. Su primera comparecencia en la Audiencia Nacional se produjo tras su detención a finales de junio del año pasado, pero en ese caso prefirió guardar silencio al encontrarse la causa bajo secreto de sumario. Entonces el magistrado le dejó en libertad y le impuso una fianza de 3 millones de euros que le acaba de rebajar a 2 millones al considerar que cumple religiosamente con las medidas impuestas (entre ellas la de no poder salir de España).
El productor insiste en que no hay riesgo de fuga, ni de destrucción de pruebas y descarta igualmente que tenga dinero en el extranjero. Las escuchas interceptadas a los imputados en la causa revelan que quería vender algunas de sus sociedades para irse fuera de España. En concreto, en uno de los audios interceptados, un empresario de la órbita del humorista dijo que éste quería el dinero para irse a Los Ángeles "para estar allí como cuando estuvo en Las Maldivas".
