Podemos otea la vuelta de Pablo Iglesias a la primera línea de la política "como plan b" en caso de que la plataforma de Yolanda Díaz no cristalice en un proyecto político, según cuentan fuentes moradas a este diario. El sentir de buena parte del partido y de la militancia es que el exlíder morado "se ha ido, pero no". Eso sí, matizan que en cualquier caso es "difícil de saber" qué terminará haciendo Iglesias. Pero la hipótesis se baraja en los círculos morados.
De momento, los morados han tenido que recurrir a su eterno referente como gran atractivo de su campaña en Castilla y León ante la falta de un liderazgo claro en el partido. Y es que Iglesias sigue marcando la línea de la formación a través de sus tribunas en prensa y de sus intervenciones en algunas de las tertulias radiofónicas más escuchadas de España.
No obstante, fuentes cercanas al exlíder de Podemos apuntan que se presta a arropar al candidato en Castilla y León, Pablo Fernández, porque tiene capacidad para "mover el avispero". Iglesias, que preside la fundación del partido, el Instituto República y Democracia, sigue conectando mejor que nadie con las bases y la militancia del partido.
Díaz no 'enamora' a la base morada
Es más, según fuentes de Podemos, la base del partido tiene pánico a la estrategia comunicativa de la lideresa in pectore, Yolanda Díaz, porque considera que su estilo pactista y dialogante no es lo suficientemente asertivo. En el ejército morado aún añoran los días en los que Iglesias atizaba sin piedad a "los poderosos". Por eso, Díaz no enamora a la parroquia de Podemos.
Lo cierto es que desde que el exvicepresidente segundo puso fin a su etapa a los mandos de su criatura política, Podemos ha dejado de tener una gran figura reconocible. El plan de Iglesias cuando abandonó el partido pasaba porque fuera Yolanda Díaz quien cogiera el testigo, pero la vicepresidenta segunda está construyendo su liderazgo al margen de Podemos y del resto de partidos de la izquierda a la izquierda del PSOE.
Y eso último hace que, según contó en InfoLibre la expresidenta del CIS Belén Barreiro, haya "una parte del electorado que la asocia con el PSOE, otra con Podemos y otra que no sabe muy bien con quién". La ambigüedad calculada de Díaz está orientada a poner tierra de por medio con la marca morada, muy gastada y en horas bajas.
El recelo de la cúpula hacia la vicepresidenta
En verdad, en Podemos sigue instalado cierto recelo acerca de los planes de Díaz para su futura candidatura pese a que en público, el respaldo a la titular de Trabajo es total. Pero la integración de la cúpula sigue siendo el principal escollo. Además, las principales dirigentes moradas, Irene Montero e Ione Belarra, reiteran cada vez que tienen ocasión que Podemos es la auténtica herramienta de transformación social al alcance de los ciudadanos progresistas.
Solo así se entiende que presionen a Díaz para que resuelva ya el papel de los partidos. Un mensaje que también lanza desde sus diferentes altavoces mediáticos el propio Iglesias. El problema es que la vicepresidenta segunda no quiere que su plataforma sea un partido convencional. En estos momentos, todo lo que huela a cargos, cuadros, mandos y estructura vertical provoca urticaria en la nueva estrella de la izquierda española.
Iglesias, la estrella mediática
Iglesias, en definitiva, sigue muy presente en la vida política española. Al contrario de lo que han hecho otros dirigentes políticos tras terminar su etapa, como el exlíder de Ciudadanos Albert Rivera, el exvicepresidente se ha convencido de que debe seguir haciendo política desde los medios de comunicación. No obstante, Iglesias está a punto de lanzar un nuevo podcast en el diario Público.
Y es que para Iglesias, "sin cambiar la correlación mediática de fuerzas es muy difícil cambiar las cosas". El exvicepresidente está decidido a la plantar cara a la derecha mediática, porque dice que difunde bulos desde altavoces más potentes. Es más, el acto de campaña en Valladolid será un coloquio junto al número uno y la número dos de la lista para hablar de bulos al hilo de la campaña contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, por el lío de la carne.
Más allá de ese nuevo altavoz, el exlíder de Podemos también ha llegado a pedir dinero a la parroquia morada para costear los medios de comunicación que son afines a los suyos. Y es que Podemos difundió un vídeo de su exlíder animando a apoyar a Público; La Última Hora -el panfleto morado-; Contexto; El Salto; La Marea y otras producciones sonoras como La Cafetera y Carne Cruda. Iglesias se resguarda en los medios. Los españoles no se olvidan de él.
