Eran las 13.30 horas del 18 de mayo de 1999, y dos agentes de la Unidad Central de Policía Judicial, titulares de los carnés profesionales números 23.215 y 78.847, entregaron al Museo Reina Sofía dos cuadros, atribuidos al pintor gallego Manuel Colmeiro. Y desde entonces, 21 años después, las pinturas han permanecido olvidadas en el museo de arte moderno madrileño, que ha pedido a la Justicia que determine quién es el auténtico propietario de estas supuestas obras de arte.
Los dos agentes, tal y como consta en un documento al que ha tenido acceso Vozpópuli, actuaron en calidad de secretario e instructor de la entrega, que había sido ordenada por el jefe del Grupo I de la Brigada de Patrimonio Histórico.
"Se hace entrega en este acto de dos obras firmadas 'Colmeiro' supuestamente atribuidas al pintor gallego Manuel Colmeiro y que representan una escena de labranza y un grupo de labradores", completa el documento, que permanece en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Manuel Colmeiro falleció el 1 de octubre de 1999.
Un juzgado de Madrid
Los agentes especificaron en el escrito que entregaron al museo que las obras depositadas quedaban a disposición del Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid, en virtud de diligencias previas 4746/99. Y con este dato la Justicia madrileña trata de determinar a qué causa judicial se refiere, y sobre todo quién es ahora el legítimo propietario de las pinturas.
En 2016 el Reina Sofía recurrió a la Oficina de Recuperación y Gestión de Archivos (ORGA) para que investigara el caso, con la intención de librarse de los cuadros atribuidos al pintor gallego. Y este organismo contactó con el Juzgado que había decretado el depósito, que no fue capaz de solucionar el problema.
Y el 24 de abril de 2019 la Oficina de Recuperación y Gestión de Archivos del Ministerio de Justicia de 24 de abril de 2019 informó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) cual sería el destino de los dos cuadros depositados en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, atribuidos al pintor Manuel Colmeiro.
"Destrucción de las obras"
"Con carácter previo a la decisión que pudiera adoptarse en torno a la destrucción de las obras, y con la finalidad de proseguir la indagación acerca del procedimiento judicial con el que puedan estar vinculadas, llévese a cabo el depósito de las mismas en el archivo de piezas de convicción de este Tribunal Superior de Justicia", especifica la Sala de Gobierno del TSJ madrileño, que da cuenta de esa decisión a la Fiscalía, al Reina Sofía y al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Fuentes del museo explican a Vozpópuli que en este tipo de casos, en los que no es segura la autoría de una obra de arte, los jueces suelen nombrar un experto, que se encarga de determinar la veracidad de la firma. Si el perito designado declara que esas obras son falsas no tiene sentido que estén en el museo, por lo que se procedería a su destrucción al ser una copia o una falsificación.
En este caso, los dos cuadros que representan escenas de labranza y un grupo de labradores permanecían este jueves depositados en el Reina Sofía. Sin embargo en los próximos días, cuando se superen los problemas de movilidad inherentes a la pandemia, los operarios trasladarán las obras de arte, sobre las que los expertos tendrán que decidir si son destruidas.