El Gobierno se dice consciente de la borrachera de paro que sufren dos colectivos damnificados: los más jóvenes y los más mayores. Para paliar esto, el PP ha propuesto reorganizar las denominadas bonificaciones de fomento de la contratación indefinida. Éstas beneficiarán a aquellas pymes y autónomos que contraten durante tres años a menores de 30 años; y también a mayores de 45 que lleven, como mínimo, 12 meses inscritos en el paro. Emplear menos de tres años a cualquiera de ambos colectivos supondrá perder las deducciones.
Pero la medida es más ambiciosa de palabra que de contenido: según la memoria económica anexa a la reforma laboral, se estima que los beneficiarios de los nuevos contratos serán 55.700 jóvenes y 13.250 adultos; es decir, un 5,51% y un 0,77% del total de parados menores de 30 y mayores de 45 años, respectivamente.
Dos porcentajes extraídos a partir de datos del Servicio Público de Empleo (SEPE). El SEPE revela que los jóvenes desempleados son poco más de un millón, y los mayores de 45 años algo más de 1,7 millones. Así pues, el impacto de la bonificación es harto limitado.
Entre 3.300 y 4.500 euros en deducciones
El gasto en bonificar estos contratos hasta 2014 rondará los 130 millones de euros, siempre según la memoria. Las pymes –y autónomos- que quieran contratar a través de esta vía deben tener menos de 50 trabajadores.
Con relación a los menores de 30 años, el contrato debe ser a jornada completa e incluye un año de prueba. Así, la empresa obtendrá una bonificación de 3.300 euros –vía deducciones u otros- ampliables a 3.600 euros si el contratado es una mujer. El Gobierno calcula que el 77% de estos contratos se hará en el sector servicios.
Por su parte, los contratos a mayores de 45 años se bonifican todavía más: 3.900 euros, que pueden ser 4.500 euros si se trata de mujeres. La reforma laboral, finalmente, amplía las bonificaciones de las cuotas por transformación de contratos en prácticas, de relevo y de sustitución en indefinidos (500 euros, 700 si son mujeres).