El PSOE y Unidas Podemos han vuelto a votar distinto este jueves en el Pleno del Congreso, pero esta vez no ha sido en una iniciativa cualquiera no legislativa, sino que por primera vez se han dividido ante un proyecto de ley aprobado por el Gobierno de coalición que comparten: se trata de la Ley Audiovisual, que ha sido apoyada por los socialistas mientras que los morados han optado por abstenerse.
Y es que hasta la fecha habían diferido en el sentido de voto en otras iniciativas, como proposiciones no de ley o de admisión a trámite de proyectos legislativos a propuesta de los grupos, pero no de textos normativos procedentes del Consejo de Ministros en el que se sientan ambos partidos.
La normativa ha salido adelante gracias a la abstención en el último minuto del PP, que ha estado en el aire por la definición de productor independiente que modificó el PSOE con una enmienda introducida en el trámite de Ponencia.
Abstención y gracias, porque la ley no les gusta
Fuentes del espacio confederal han explicado que se han decantado por la abstención por responsabilidad, pero han enfatizado que el texto final no es de su agrado y no cumple lo marcado en el acuerdo de gobierno.
Es más, reprochan que el PSOE haya alterado ese consenso que debía primar en la normativa para proteger a las productoras independientes, mediante unas "supuestas enmiendas técnicas" que, a su juicio, priman al duopolio televisivo a la hora de percibir las ayudas que contempla la ley.
El grupo confederal ya venía avisando la semana pasada que su voto afirmativo estaba en el aire y habían pactado una enmienda transaccional con ERC y Bildu para lograr una redacción más garantista para preservar la financiación a pequeñas y grandes productoras, que finalmente no ha prosperado.
Además, han puesto de relieve que los socios habituales del Ejecutivo han votado en contra del texto y que la enmienda pactada con ERC y Bildu ejemplifica que, con voluntad política, el bloque de investidura está en disposición para lograr consenso con apoyos más amplios y estables.
Voces divergentes entre
Los socios de coalición han mostrado discrepancias a la hora de votar otras iniciativas, como el rechazo de los socialista a la proposición de ley de vivienda que propusieron los colectivos sociales, que sí apoyaron los morados aunque retiraron su firma de la iniciativa.
También hubo divergencia con la propuesta de reforma fiscal, en forma de PNL, que impulsó Unidas Podemos y otros socios de investidura, como EH-Bildu y Más País, que suscitó el rechazo de los socialistas, que votaron en contra junto a PP, Vox y Ciudadanos.
En abril el Pleno aprobó la iniciativa de Podemos, ERC y Bildu en favor de un referéndum pactado sobre al Sáhara Occidental, pese a que el PSOE se desmarcó de su socio de coalición y sus aliados votando en contra.
En otro plano, los socios también han votado distinto en la Mesa del Congreso a la petición de comisión de investigación sobre irregularidades del rey emérito Juan Carlos I, dado que los morados han impulsado esta solicitud que el PSOE ha rechazado en diversas ocasiones.