La Audiencia Nacional ha concedido la libertad condicional al preso de ETA José Ángel Ochoa de Eribe, para que siga cumpliendo su condena en casa por razones humanitarias al padecer una enfermedad incurable, según el auto al que ha tenido acceso Vozpópuli. Fue condenado por colaborar con la infraestructura del comando Araba de la banda entre 1984 y 1989.
Ochoa de Eribe alias Gotzon, fue detenido en el año 2000 y aún le quedaban 11 años para completar la condena, que finaliza en enero de 2030. El 8 de mayo de 2003, la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional le impuso 65 años de cárcel por tres delitos de asesinato en grado de tentativa y dos de detención ilegal, por su participación como colaborador o "laguntzaile" en un atentado en Vitoria en mayo de 1985.
Según el relato de hechos probados de la sentencia, Ochoa, junto con los otros miembros del comando, decidieron colocar el 19 de mayo de 1985 un coche-bomba con un artefacto de 25 kilos de goma 2 y 100 kilos de metralla en el Polideportivo de Mendizorroza (Vitoria) con el ánimo de causar la muerte de al menos tres policías nacionales que acudirían a efectuar labores de vigilancia. El artefacto pudo ser desactivado por la Policía.
Su papel en el atentado
Su labor fue proporcionar al comando la información necesaria para cometer el atentado, así como vigilar a los propietarios de dos coches que fueron sustraídos por ETA para realizar el atentado, a quienes ataron a un árbol.
Ochoa de Eribe, quien estaba preso en la cárcel de Castellón, accede así a la libertad condicional a instancias de la Junta de Tratamiento de la cárcel apenas unos días después de que el Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska le concediese el tercer grado penitenciario apelando a “razones humanitarias”. La clasificación de tercer ya llevaba directamente a la incoación de un expediente por libertad condicional.
"Los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad", dice el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario.
De 60 años de edad, Ochoa de Eribe se fugó a México donde fue detenido en el año 200 por las autoridades locales por encontrarse en situación irregular. Desde ahí fue entregado a España, que le reclamaba por su actividad terrorista en la década de los ochenta.