La Virgen del Pilar vuelve a lucir este sábado en Zaragoza su tradicional manto de flores desde primeras horas de una jornada en la que la ofrenda no se ha visto achicada pese a la lluvia, que ha arreciado en algunos momentos, y que ha contabilizado ya el paso por la plaza de 110.000 personas.
Un total de 1.059 grupos, un 21 % más que en 2023, van a participar en la Ofrenda de Flores que ha comenzado a las 6.30 horas la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y llegada de Jesús al Calvario del barrio Oliver y que cerrará a las 23.30 horas con el voluntariado municipal.
Entre los madrugadores, a las 7.50 horas, han salido Andrea, Dani y su bebé de apenas dos meses Nayet: “Aunque ha chispeado un poco y teníamos miedo con los trajes, ha sido muy emocionante”, han aseverado en declaraciones a EFE.
“Cuando hemos entregado las flores, justo el peque ha mirado al cielo y parecía que miraba a la Virgen. Se me han saltado las lágrimas y se me han puesto los pelos de punta”, ha contado emocionada su madre.
Con una afluencia continua, a las 14.00 horas, han pasado por el manto de la Virgen casi 40.000 oferentes de asociaciones culturales, amigos, vecinos de diferentes municipios, agrupaciones folclóricas, instituciones, colegios, cofradías, peñas, asociaciones deportivas y musicales, hermandades o grupos laborales.
La pequeña Martina, que ha estado acompañada por su hermana Vega, ha preguntado curiosa a su madre de dónde era la bandera del país invitado y es que este año Guatemala, con los colores azul y blanco de su bandera, ha presidido el manto floral en señal de hermanamiento con la ciudad.
Por su parte, Carmen Pilar, que ha señalado sentirse “orgullosa” de tener este segundo nombre, ha mostrado su ilusión por pasar por primera vez con su nieto de apenas ocho meses. “Me hacía mucha ilusión que entregara dos pequeños claveles en la Ofrenda, estoy muy emocionada”, ha valorado.
A su vez, y nada más entrar en la plaza del Pilar desde la calle Alfonso, Carolina de 5 años ha gritado con ilusión a su prima: “¡Ya veo a la Virgen! ¡Cuántas flores! ¿Dónde podrán la mía?”.
Entre trajes tradicionales de distintos puntos del mundo, bebés que han estrenado pasión en brazos de sus familias, rápidas paradas para inmortalizar el momento y lágrimas de emoción de algunos oferentes, la Virgen del Pilar ha recibido el cariño de zaragozanos y foráneos y se ha engalanado con multitud de flores de diferentes colores.
Aunque la lluvia ha llegado de manera definitiva a la plaza del Pilar al mediodía, todos los asistentes han mantenido su sonrisa y sus ganas de disfrutar del recorrido en el que han pedido salud, amor, buenos deseos y una mejora económica “para poder vivir con un poquito más de respiro”, ha dicho un oferente.
Para colocar los millones de flores que recibe la Virgen del Pilar este 12 de octubre trabajarán más de un centenar de jardineros y auxiliares de jardinería y hasta 135 empleados y 260 voluntarios colaborarán en el montaje y desarrollo del desfile, además de la presencia de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos y Policía.