La nueva estrategia de Luis Bárcenas no quiere dejar ningún cabo suelto. Su abogado defensor, Javier Gómez de Liaño, ha solicitado al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, que le facilite una copia de la declaración prestada por el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, el pasado 11 de julio. En aquella diligencia, en la que el periodista fue interrogado por los detalles de su encuentro con el extesorero del PP en el que éste le reconoció ser autor de los polémicos apuntes contables de la contabilidad B del partido y le entregó dos hojas originales de los mismos, el exsenador por Cantabria no estuvo representado por ningún letrado. Los dos que le habían hecho hasta entonces, Alfonso Trallero y Miguel Bajo, habían abandonado dicha función precisamente por la decisión de su cliente de admitir la autoría de los 'papeles' a través de la prensa.
El extesorero ya anunció en su última declaración que le gustaría tener acceso al testimonio del periodista "fundamentalmente por tener constancia de que recoge fielmente toda la conversación que mantuvimos".
La petición se produce días después de que el propio Bárcenas compareciera ante el juez el 15 de julio y fuera preguntado por varias de las acusaciones precisamente por las declaraciones que el periodista había hecho ante ellos cuatro días antes. Bárcenas evitó responder tanto sobre el testimonio prestado por Pedro J. Ramírez ante el juez como por las informaciones que había publicado éste en su periódico. Aseguró que "en el lugar en el que yo me encuentro", en referencia a la cárcel de Soto del Real (Madrid) donde se encuentra encarcelado, no había tenido ocasión de leer la prensa. Pese a ello, recalcó que le gustaría tener acceso a dicha declaración "fundamentalmente por tener constancia de que recoge fielmente toda la conversación que mantuvimos", respondió.
En su última declaración ante el juez, Bárcenas ya dejó claro que su encuentro con Pedro J. Ramírez no fue una entrevista, sino "una conversación" y que él no tenía ninguna grabación de la misma porque "yo no acostumbro a grabar nada y yo no creo que el señor Ramírez la grabase tampoco". El extesorero aseguró que en aquel encuentro estuvieron ellos dos "exclusivamente" y que no descartaba algunas divergencias entre lo que contó en aquel encuentro y lo finalmente publicado "a lo mejor al darle forma periodística". Días después, su abogado solicitaba la copia del testimonio del periodista. El pasado 23 de julio, el juez Ruz dictaba una providencia en la que acordaba que se le facilitase la misma.
Declaración a punto de suspenderse
Lo cierto es que la declaración del director de El Mundo ante el juez Ruz que ahora ha pedido Bárcenas estuvo en su día en el aire durante horas ya que los que habían sido hasta unos días antes los abogados de Bárcenas se negaron a asistir a la misma en representación de su antiguo cliente. Miguel Bajo y Alfonso Trallero, que también representaban en el 'caso Gürtel' a la mujer del extesorero, enviaron al juez Ruz un escrito en el que manifestaban su intención de no asistir a la toma de declaración del testigo en representación del entonces ya preso ya que habían comunicado con anterioridad que dejaban de ser sus defensores. Ante la falta de un abogado que representase los intereses del extesorero, varios de los abogados personados en la causa solicitaron que se suspendieran la toma de declaración para evitar su nulidad por indefensión del extesorero.La defensa de Bárcenas ha sido la única, por el momento, que ha pedido copia de la declaración del director de 'El Mundo'.
Sin embargo, el juez Ruz optó finalmente por seguir adelante. En su decisión contribuyó entonces de modo significativo la postura de la Fiscalía Anticorrupción, que rechazó retrasar las diligencias en marcha por "la aparición de documentos que con tanto ahínco se habían venido buscando", en referencia a dos originales de los célebres 'papeles de Bárcenas' que el director de El Mundo había entregado días antes en la propia Audiencia Nacional. Para el Ministerio Público, estos nuevos documentos exigían actuar con celeridad sin dejar que el procedimiento quedara en manos de uno de los imputados.