A la espera de que el Gobierno desvele cuántos miles de millones vamos a necesitar para el saneamiento de la banca, en Génova se atreven a poner una cifra sobre la mesa: 25.000 millones en un escenario "como el actual", esto supone la cuarta parte de los 100.000 millones establecidos para lo que insisten en llamar "línea de crédito". Se trata también de una cifra muy alejada de los 62.000 millones que, a juicio de las auditorías, harían falta en la situación más adversa, y aún así, afirman en el partido que sustenta al Gobierno, los tres grandes de la banca, esto es, BBVA, Santander y Caixabank quedarían a salvo.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ya ha anunciado que hasta el lunes no pedirá el rescate, pero ni siquiera para entonces es seguro que vaya a poner una cifra sobre la mesa. Entre medias, se negocia contrarreloj un mecanismo que exima al FROB de reclamar esa ayuda para que sean los bancos los que tengan que acudir directamente a la ventanilla, de modo que no se confunda la deuda bancaria con la soberana. Esta es la razón por la cual el Gobierno ha intentado resistir las presiones, no reconocidas, para que acelerara la petición de rescate.
Desde el PP subrayan , en esta complicada coyuntura, que el 70 por ciento de nuestra banca está saneada "y es lo suficientemente fuerte para salir adelante", de modo que podrán recapitalizarse sin ayuda pública. Así pues, las necesidades se limitan al otro 30 por ciento del sistema financiero y aprovechan para lamentar el tiempo perdido "al no haberse tomado las medidas necesarias hace al menos tres años", cuando la mayoría de los países de nuestro entorno intervinieron aquellas entidades bancarias "contaminadas" por los activos tóxicos.
Guindos avisa que hasta el "memorándum" que el Eurogrupo firmará el 9 de julio no se conocerá la cifra definitiva de rescate
Además, insisten en que esta ayuda no correrá cuenta de los impuestos de los ciudadanos, los mismos que tienen "sus ahorros garantizados", aseguran, y cuyo objetivo es hacer posible que vuelva a fluir el crédito entre familias, pymes y emprendedores. El PP trata así de salir en auxilio del Gobierno, que el lunes remitirá al Eurogrupo una carta con la petición de recapitalización para la banca. Siempre tan elocuente, alertó de que su contenido puede ser "decepcionante" dado que todavía habrá que esperar a la reunión del Eurogrupo del próximo 9 de julio para conocer los plazos de ejecución y las condiciones, así como la cifra definitiva, dado que se plasmará en em "memorándum" que se firmára ese día.